Page 23 - anpe_561
P. 23
Opinión
Política y Educación
Cuando lean estas líneas, ya habrá sido aprobada en el Congreso de los
Diputados una nueva Ley de Educación, la LOMCE, séptima ley orgánica
educativa de la democracia.
Por Francisco Venzalá, secretario estatal de acción sindical
Una vez más la exclusividad política ha impuesto sus condicio- No, esta difícil misión no solo corresponde a los políticos, toda
nes y ha marcado los tiempos, las formas y los procesos durante la sociedad ha de tomar partido y lamentablemente en España
el periodo de gestación de esta nueva Ley. esto no es así, los políticos suelen hacer caso omiso a muchas de
las aportaciones y sugerencias que los diferentes miembros de la
La ausencia absoluta de diálogo, de negociación efectiva, enmar- comunidad educativa y sociedad realizan, anteponiendo las ide-
cado en un clima de crispación permanente, ha desembocado
ologías a las verdaderas necesidades del sistema.
en una Ley ajena, en parte, a la comunidad educativa, que
dista de ser una Ley de todos y para todos, aspecto No se pretende con esto excluir a nuestros res-
este imprescindible para poder poner fin a los ma- ponsables políticos legítimamente elegidos.-
les endémicos que sufre nuestro sistema educativo Los políticos entre otras cuestiones para poder aprobar le-
en la actualidad. anteponen las yes educativas.- pero existe la necesidad im-
periosa de un debate educativo donde tanto
Ante tal ausencia de consenso, por cierto, histó- ideologías a las los profesionales de la educación, familias,
rica por el número de contrarios y contrariados, alumnos y resto de organizaciones y esta-
cabe plantearse la siguiente pregunta: ¿es posible verdaderas necesidades mentos sociales y empresariales participen de
separar política y educación? Taxativamente no y del sistema forma activa y efectiva antes, durante y des-
aún menos debiéramos en la coyuntura social en la pués de la promulgación de cualquier Ley edu-
que nos encontramos. El problema no radica en la po-
cativa bajo la premisa del máximo consenso y
lítica, radica en los políticos y el uso que de la fuerza de nunca bajo el paraguas del máximo disenso. Hoy por
los votos hagan para hacer política, que en el caso de la educa-
hoy, craso error, el papel primordial de la participación activa de
ción nunca debiera ejercerse. Ciertamente es y debe ser obliga-
la comunidad educativa, ha sido relegado a los políticos que creen
ción de nuestros políticos garantizar un sistema educativo eficaz, saber mejor que ella, qué quiere, cómo lo quiere y cuándo lo
de calidad y garante de la igualdad de oportunidades para con sus
quiere, olvidando que hace poco, ellos mismos estaban en esa si-
ciudadanos, pues es el futuro y el progreso de cualquier nación, tuación, al otro lado.
pero una política educativa exclusivamente en manos de políti-
cos, está ineludiblemente abocada al fracaso pues responderá a Sin embargo, hemos de ser optimistas y desear en el desarrollo
necesidades políticas. normativo de esta Ley, amplitud de miras, generosidad política y
la corresponsabilidad de todos los actores, pues nada sería más
elogiable que aceptar los errores, tender puentes y caminar jun-
tos. Sólo de esta manera se podrán construir las preguntas y dar
las respuestas que nuestra Educación demanda, que no es más
que seguir avanzando hacia modelos exitosos en calidad, pero
construidos sobre cimientos de consenso, con lo que por ende,
dotará de la suficiente consistencia a nuestro sistema educativo
para ir modificando en el tiempo, según las necesidades, cual-
quier Ley educativa sin cambios legislativos traumáticos, aspecto
este que también indudablemente permitirá un mayor aprove-
chamiento o menor gasto, según se mire, de los recursos econó-
micos dispuestos a tal fin.
En estos tiempos navideños de esperanza y buenos deseos, nada
me complacería más, y en su defecto, solo desearles que pasen
unas felices fiestas junto a sus familiares y amigos.
Diciembre 2013 / 23