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OPINIÓN
EL VALOR DE LO PÚBLICO
Por Manuel Diez, secretario estatal de Acción Social
Estamos en un momento delicado económicamente, nadie lo pone en duda y
lógicamente habrá que buscar medias de raciocinio del gasto en general y
del gasto público en particular. Hasta ahí podemos estar de acuerdo, con to-
das las variantes que queramos establecer.
Lo peor es que nuestros “políticos” pretenden justi- hay que perseguirlo, y si es de gestión política, tam-
ficar el injusto y desproporcionado recorte que es- bién, pero no poniendo en cuestión el buen hacer de
tán aplicando al sector público, cuestionando su efi- los funcionarios.
cacia, por un lado y estableciendo una comparativa
con el sector privado, señalando que éste es más ba- La propia Confederación Europea de Sindicatos
Independientes (CESI), da un toque de atención a
rato. Se le está poniendo precio, y esto es peligroso,
nuestro gobierno y a sus medidas de austeridad im-
a mi entender. Se está valorando económicamente, puestas, acudiendo en defensa de los intereses la-
prescindiendo de su verdadero objetivo, dar servicio
borales de los funcionarios y del propio servicio pú-
al ciudadano. En un servicio público esencial, como blico. Insta al gobierno de España a utilizar el diá-
la educación o la sanidad nunca se podrá interferir logo social para superar la grave crisis económica,
en la prestación, interés económico, pues habrá una aumentar el empleo y mantener los derechos socia-
tentación a anteponer el provecho pecuniario al in- les en España.
terés público de servicio.
Necesitamos coherencia política con la promesa y
Solo dos ejemplos clarificadores: ¿el sostenimiento
con la aplicación o desarrollo. Esto es aplicable tanto
de una escuela rural o de un centro de Educación
para el gobierno como para la oposición. Se nece-
Especial, son caros? ¿Se puede o debe poner precio sita mantener el mismo discurso político en una si-
a esos servicios? tuación que en otra. No estamos acostumbrados a
No hay razones que puedan explicar que la gestión ello, y así nos va. Por desgracia, parece que los ob-
jetivos que persiguen no son esos.
privada de un servicio público pueda resultar más
barata para las arcas del estado que la gestión di- Ejemplos de “austeridad” hay que darlos, ahora y
recta y sin intermediario. ¿Acaso la empresa privada siempre y en todos los ámbitos, pero no a costa de
no va a dedicar un porcentaje del dinero transferido desprestigiar, desacreditar e infravalorar a unos co-
a beneficio empresarial? No puede ser de otra ma- lectivos que el único pecado general que han co-
nera. Si es así, aquí queda al descubierto un error im- metido es el de acceder al empleo público a través
portante de “gestión” y por ahí es por donde debe- de un proceso guiado por los principios constitucio-
mos comenzar, gestionar con eficacia desde al ad- nales de igualdad, merito y capacidad.
ministración pública, donde por principio no debe
haber ánimo de lucro y si de “buen servicio”. Hay No es tiempo de “confrontación política”, “y tú
pues una responsabilidad “política” en la gestión más…” lo es de dialogo, de pactos, de acuerdos, le-
jos del enfrentamiento ideológico, que valore y pres-
que parece que nadie quiere asumir.
tigie el funcionamiento de los servicios públicos y
Es inconcebible que para justificar sus errores de ges- que fomenten consideración social de sus emplea-
tión, se pretenda sacar a la luz todos los fallos, que dos, que a pesar de las campañas en contra, están
20 puede haberlos, de funcionamiento. Si hay “fraude”, por encima de la de quienes las promueven.
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