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Opinión

Olvidar la memoria

Por Rosalía Aller Maisonnave, secretaria de Comunicación de ANPE Madrid

“Se soportan fácilmente las críticas, pero no se soporta carente de fundamento. Baste con observar, a título
la burla”, afirmó sabiamente Molière, confirmando de ejemplo, el Real Decreto 126/2014, de 28 de
así el papel de la sátira en la corrección de los vi- febrero, por el que se establece el currículo bá-
cios humanos. sico de la Educación Primaria, basado en el
¿Debe desterrarse aprendizaje por competencias, que suponen
Con un sentido menos pedagógico, parece ha- “una combinación de habilidades prácticas,
berse instaurado en algunas voces el menos- esta facultad de la conocimientos, motivación, valores éticos, ac-
precio burlón y prácticamente incuestionable educación? titudes, emociones, y otros componentes so-
del uso de la memoria en el proceso educativo, ciales y de comportamiento que se movilizan
dando a entender la irracionalidad e inanidad de
conjuntamente para lograr una acción eficaz.”
esta facultad.
Y entre los objetivos de esta etapa, incluye:
Una vez más, se cae en la simplificación, con la pre-
“Desarrollar hábitos de trabajo individual y de equipo,
tensión de establecer bandos enfrentados de defensores a ul- de esfuerzo y de responsabilidad en el estudio, así como actitu-
tranza y detractores acérrimos, y convertir la memoria en una
des de confianza en sí mismo, sentido crítico, iniciativa personal,
paria que ha de ser definitivamente excluida del aula. De paso, curiosidad, interés y creatividad en el aprendizaje, y espíritu em-
y para reforzar la tesis, desde la atalaya de la superioridad moral,
prendedor”. Descartamos, por tanto, el aprendizaje memorístico
un tinte ideológico y político se cierne sobre tirios y troyanos: es
como forma preceptiva y constante de incorporar conocimien-
progre “nada de memoria”, y una antigualla irrisoria pretender tos.
que los alumnos desarrollen esta facultad. Adecuadamente di-
fundido el mantra por las redes sociales, se completa la faena, y Por otra parte, ¿debe desterrarse esta facultad de la educación?
esta facultad, admirada por los clásicos, es incinerada en una pira En la Retórica clásica –repristinada hoy, en buena medida gracias
inquisitorial. Porque la tan mentada tolerancia parece haberse
a los estudios literarios y a la necesidad de persuasión de la pu-
convertido en una rara virtud que solo ha de emplearse con “los blicidad– entre las fases elaborativas del discurso se encuentra una
nuestros”.
que es esencial para su puesta en escena: la memoria, minuciosa-
Pero estigmatizar la memorización como forma “antigua” de mente descrita en la anónima Rhetorica ad Herennium (siglo I a.
aprender es signo inequívoco de estar muy alejado de la realidad C.), el texto latino sobre oratoria y prosa más antiguo que se con-
de la educación. En primer lugar, porque se parte de una premisa serva. El orador, para recordar la secuencia de argumentos, em-
falsa: se obliga a los alumnos a aprender de memoria, mediante plearía recursos mnemotécnicos que facilitaran su fijación.
tareas repetitivas. La norma nos ayuda a desterrar esta creencia Grande era el prestigio de esta función cerebral. Pasados los

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