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OPINIÓN
Los sindicatos: su función, su consideración
Vivimos tiempos difíciles, cierto. Es una coyuntura complicada, pero sin justificación
para prescindir del diálogo, de la participación y de la negociación con los
representantes de los trabajadores.
Por Manuel Diez Diez, secretario estatal de Acción Social de ANPE
La ausencia de diálogo del ministerio de Educación y gran parte idénticas formas de actuación.
de las administraciones educativas, aparte de ser improcedente e Si el ministerio actúa así, pa- La situación
inoportuna, es, supuestamente, ilegal. (Capítulo IV, artículos 31 rece que está justificado
al 46 del Estatuto Básico del Empleado Público). que las administraciones anterior a los
educativas afines, sigan el recortes fue lograda
Desde que a comienzos del siglo XIX y como uno de los efectos mismo rumbo.
de la Revolución Industrial se empieza a consolidar el movimiento tras años de
sindical, en España un poco más tarde, hasta la fecha no ha ido Esto es grave, gravísimo y reivindicación y de
más que avanzando en su consolidación y en su reconocimiento contrario a derecho y nor-
institucional, como un elemento más de consolidación del sis- malidad democrática, pero lucha sindical
tema democrático, ¡a pesar de algunos! más grave aún es, a mi manera
de ver, que se pretenda inculcar en-
A partir de ahí la negociación, la presión y la movilización han he- tre el profesorado, nuestra ineficacia e in-
cho que el avance en las condiciones laborales, sociales y retributivas
competencia.
de los trabajadores se haya ido plasmando en importantes acuerdos
sindicales. En el mundo de la educación, por desgracia y por cuestión de nú-
mero, nunca hemos estado valorados y considerados acorde con
Llega la crisis y sin serlo, se les quiere hacer culpables de ella y los titulados de nuestro nivel, en otros campos de la administra-
parte de la clase política alentada por los “tertulianos afines” co-
ción, siempre estamos pidiendo homologación. Pero la situación
mienzan una campaña de descrédito sindical, desproporcionada, en la que estamos, o mejor dicho en la que estábamos antes de
injustificada, innecesaria, e impropia de quienes ostentan el po-
los recortes, no nos fue concedida gratuitamente, fue lograda tras
der derivado de la participación ciudadana, que le ha otorgado la
años de reivindicación y de lucha sindical. Las nuevas generacio-
confianza. Desprestigiando e incluso olvidando que son los mis- nes de docentes quizás no recuerden, el movimiento sindical de
mos ciudadanos los que les han confiado a ellos, su representati-
los años 88 al 90, donde nuestra movilización nos llevó a la ele-
vidad y por tanto, la legitimidad de gobernar. Algo inusual y con- vación de los complementos de destino y a la instauración de los
tradictorio. Con eso no quiero decir que si alguien ha cometido
sexenios, que unido a las mejoras logradas con los acuerdos fir-
errores que los pague y si alguien no ha evolucionado, que evo-
mados con las administraciones educativas, tras las transferencias,
lucione.
nos han llevado a la situación actual. ¿Se hubiera hecho sin los
En otros tiempos quizás estaba justificada la “revolución”, hoy lo sindicatos? Me temo que no. Como creo que no se volverá a la
que está justificada es la participación, el diálogo y la negocia- normalidad, sin nuestro concurso y nuestra presión.
ción, pero no como algo discrecional, sino como un derecho, que Ciertamente al gobernante de incomoda la oposición y quien le
por desgracia se obvia.
critica su gestión. Los gobiernos tiene la representación legítima
Es inadmisible que la Mesa Sectorial de Educación del ministe- de los ciudadanos para tomar medidas y gobernar y los sindicatos
rio, lleve prácticamente desparecida, solo alguna reunión de trá- la tenemos de nuestros afiliados y del colectivo a quienes repre-
mite y pienso que de despiste, durante más de dos años. Por me- sentamos para dialogar, negociar y buscar acuerdos que mejoren
dio, la tramitación de una ley orgánica, con importantes cambios la situación sociolaboral y cuando hay ruptura del dialogo y se pro-
para el modelo educativo y las condiciones laborales de los do- ducen retrocesos, iniciar la presión para buscarlos. Este es nuestro
centes. Ahora con el desarrollo de la misma, seguimos con deber y nuestra obligación y a la que no podemos renunciar.
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