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Opinión
La educación ante nuevos códigos sociales
Por Miguel Caballero, defensor del profesor de ANPE Murcia
El sistema educativo se configura como un subsistema dentro del El comportamiento social en el cen-
sistema social al que sirve y del que recibe su razón de ser, de tal tro educativo y con él la convi-
forma que los cambios experimentados por la sociedad repercu- vencia, no puede sustraerse a la
ten necesariamente en la educación y, a su vez, los cambios in- imposición que le trasladan los Esta realidad social
troducidos en la educación tienen como objetivo ineludible el nuevos valores y, con ellos, los
cambio social. Así pues, el sistema educativo solo puede com- nuevos códigos, de modo que impregna y
portarse acusando los cambios, como una parte del todo del que la autoridad se encuentra con condiciona el sistema
él mismo forma parte y al que inevitablemente queda supeditado. la confrontación y, en ocasio-
nes, la justificación no encuen- escolar
En los últimos años la sociedad española ha venido experimen-
tra destinatario porque la pro-
tando una profunda y acelerada crisis económica y social, que se testa se ha convertido en ofensa,
manifiesta en todos los ámbitos de lo humano y que conlleva un
cuando no en amenaza o agresión.
cambio impulsado por fenómenos de importancia creciente como
son, entre otros, el retroceso económico globalizado, la tecnolo- En la actualidad, las tecnologías coetáneas de los nuevos códigos
gía al alcance de todos, los movimientos migratorios, los popu- sociales, no han aportado nuevos ataques a esta convivencia pero
lismos de cualquier signo o el desafío de los nacionalismos siem- si nuevas formas de cometerlos. El insulto, la amenaza, la inti-
pre insatisfechos y siempre excluyentes. midación o el acoso, pueden contar ahora con la pantalla del or-
denador, tablet o teléfono móvil como sofisticado estilete ofen-
Entre las muchas consecuencias que tal cambio supone, es pre-
sivo.
ciso destacar la confrontación inevitable del sistema de ideas y va-
lores tradicionales de nuestra sociedad con otros procedentes de Aunque los hechos conflictivos así producidos no podemos con-
matrices muy distintas. Esto plantea un reto de gran magnitud siderarlos habituales de la vida escolar, no es menos cierto que las
para el conjunto de la sociedad, en general, y para la educación actitudes contrarias a la convivencia pueden constituir un pro-
en particular. blema escolar porque son antes un problema social. El alumno
aprende en el ambiente que incumplir las normas o desafiar a la
El acelerado ritmo de reformas y contrarreformas en las leyes de
autoridad son distintivos de modernidad y progreso, según pro-
educación ha amortizado valores, contraponiéndoles principios y claman determinados medios de comunicación y líderes sociales,
metas que posteriormente se postulan como valiosos, de modo
en sustitución de otros principios y valores en los que funda-
que el comportamiento social siempre fluye adelantado a los fi-
mentar su oferta a la sociedad.
nes y objetivos educativos que pretenden delimitarlo. Así, la ocu-
rrencia y el oportunismo pueden aparecer aplaudidos frente al ri- Esta realidad social impregna y condiciona al sistema escolar, en
gor y al compromiso, la protesta alborotada frente al debate ra- el que el profesor está inmerso como último ejecutor del currí-
zonado, la ruptura frente a la reforma, el caos frente a la norma culo y de cuyas consecuencias no se puede sustraer, tanto en este
o la permisividad frente a la obligación. Y todo ello respondiendo ámbito de la convivencia como en tantos otros que hacen de la
a nuevos códigos sociales y utilizando nuevas tecnologías impen- educación un sistema unitario, surgido del propio sistema social
sables hasta ayer y, posiblemente, olvidadas ya mañana. al que a su vez contribuye a configurar.
Enero-febrero 2017 21