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FIRMA INVITADA
conocimiento fundamental por parte de cada profesor de las ma-
terias que enseña. En este sentido, el maestro es y será insustitui-
ble, y sobre su figura debe asentarse todo el proceso educativo.
Es de común conocimiento que la situación actual de nuestra en-
señanza no es boyante, y diversos informes internacionales bien
que nos lo están advirtiendo últimamente, tanto en lo que se re-
fiere a los índices de fracaso escolar –situados en torno al 20 %–,
como a la competencia alcanzada por los alumnos españoles en
las distintas materias principales al terminar los diferentes ciclos
educativos. Los profesores que enseñan en colegios e institutos,
más allá de los índices de eficacia del sistema y de abandono es-
colar, nos ilustran acerca de las dificultades internas que existen
para el ejercicio de su cometido, algunas de ellas no mensurables
estadísticamente, pues tienen más que ver con las actitudes que
con las aptitudes de los estudiantes.
A este respecto, se detecta una actitud minoritaria pero tan preo -
cupante como es la existencia de alumnos que practican una es-
pecie de huelga de brazos caídos ante el proceso educativo en el
que están inmersos obligadamente hasta la edad de sus 16 años.
No cabe duda de que en una clase en la que exista tan solo
una minoría de estos jóvenes objetores, la actividad do-
cente y discente se ve seriamente alterada, y que su
El maestro es y conducta lastra el progreso en la formación de
sus compañeros cuya actitud sea cooperante y
será insustituible, y
positiva. Pero ese tipo de objeción existe:
sobre su figura debe ¿Quiénes son los legisladores, las autoridades,
gratuito y extendido por todo el territorio asentarse todo el mis padres, los profesores para tenerme aquí,
en contra de mi voluntad, perdiendo el
como lo hizo en esta última etapa democrática. proceso tiempo? Para los jóvenes que piensan de tal
Ha fallado, pues, lo que precisamente un pacto educativo modo, los “Costes de oportunidad” –como di-
de Estado nos hubiese asegurado: la estabilidad en rían los economistas– de nuestra enseñanza obli-
los objetivos que el sistema debería perseguir, que no gatoria actual son abusivos, pues hipotecan años de
son muchos ni excesivamente complejos, a salvo de las su vida que preferirían estar dedicando a otras intencio-
contingencias políticas o ideológicas marcadas por cada legisla- nes o actividades. Y si esto es así, según los propios maestros nos
tura. advierten, la posible ampliación a los 18 años de la enseñanza
obligatoria, como se ha llegado a sugerir, podría engrandecer con-
Cierto es que no todo hay que fiarlo a ese arduo pacto de Estado. siderablemente el problema hasta el extremo de provocar el efecto
Es imprescindible otro compromiso no escrito, nacido del seno contrario al pretendido.
de la sociedad civil, de la ciudadanía, que, a través de esa célula
básica que es la familia, desempeña un papel insustituible en la El pacto de Estado propiamente dicho no es difícil de diseñar en
educación de nuestros niños y jóvenes. cuanto a los objetivos prioritarios que debería perseguir. Sobre
todo en los niveles preuniversitarios, incluida la formación pro-
Se da, así, la triste paradoja de que cuando éramos pobres y se
fesional, no se trata primordialmente de producir trabajadores,
usaba la frase hecha de que «pasa más hambre que un maestro de sino de formar ciudadanos instruidos, responsables y compe-
escuela», sin embargo la sociedad veneraba a los profesores, los tentes.
amparaba con un profundo respeto que transmitía a sus hijos. Y
nuestros emigrantes, cuando se asociaban en sus países america- La suma de todo lo que se puede enseñar y aprender, sobre todo
nos de acogida, los primeros frutos de su bienestar económico los en los primeros años de nuestras vidas cuando el cerebro está se-
aplicaban a la construcción de las venerables «escuelas de india- diento como una esponja, es inagotable. Pero el sílabo de las ma-
nos» en su aldea natal. Hoy, desafortunadamente, cuando la cri- terias académicas tiene que ser obligadamente limitado y ha de
sis nos ha hecho despertar del sueño de que éramos nuevos ricos, centrarse en prioridades consensuadas, plasmadas en la planifi-
sin embargo uno de los problemas más graves que aquejan a nues- cación de un sistema educativo estable e integrado.
tro sistema educativo es el del menosprecio, por parte de algunos Las habilidades concretas y la capacitación profesional son espe-
padres y alumnos, de la autoridad de los profesores.
cíficas de cada empleo, y la propia evolución de la tecnología y la
En cuanto a su formación, que debe acomodarse continuamente necesidad de servicios nuevos o flexibles que la sociedad demanda
a los profundos cambios sociales, culturales y científicos de nues- sugieren la necesidad de una formación continua a lo largo de
tro siglo, las teorías y técnicas pedagógicas deben supeditarse al toda la vida laboral de cada ciudadano.
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