Page 26 - anpe_577
P. 26
OPINIÓN
cometidos, que cada vez tiene mayores condi- Tras un proceso paulatino, que viene de lejos, la profesión
cionantes, y al constatar que algunos exper- Muchos docente ha sido reducida a una condición irrelevante.
tos educativos, alejados del aula –véase profesores han Los profesores han sido desposeídos de su autono-
Marina y su Libro Blanco–, les exigen cua- desarrollado mía, de su libertad de cátedra, de la autoridad aca-
lidades personales, competencias y capa- démica y moral y, desde los sectores de la izquierda
cidades fuera de lo común. posiciones conformistas más ideologizada, tampoco se les considera mere-
de acomodo y cedores de la autoridad legal.
A esto añadimos la pretensión de alguna
confederación de padres y madres que supervivencia en los La autoridad del profesor se considera un principio
pretende que las AMPA de los centros con- centros docentes anticuado porque la nueva dinámica social necesita
trolen y gestionen la escuela [sic], más allá del una escuela diferente, basada en el constructivismo y
derecho a la participación que tienen recono- en modelos participativos, y por tanto se precisa un
cido por ley. Cuestionan el papel tradicional de la nuevo profesor con otros roles. Debe renunciar a la transmi-
institución escolar y del profesorado, a los que ven como ele- sión del conocimiento y ser un dinamizador u orientador del
mentos de contención y un serio obstáculo para convertir los cen- aprendizaje de sus alumnos. Un profesor adherido, en suma, a
tros en falansterios progresistas de la participación a los que de- la visión logsiana de la educación y que no sea tanto un profe-
nominan escuelas democráticas, donde las normas de convivencia, sional por el “qué enseña” sino por “cómo enseña”.
los contenidos y los objetivos de aprendizaje deben pactarse con
Muchos profesores han desarrollado posiciones conformistas de
los alumnos y las familias. En este afán, transmiten a los padres
acomodo y supervivencia en los centros docentes –profesores
la desconfianza sobre el quehacer docente y la gestión de los cen-
plastilina–, donde la falta de estímulos y de una carrera profe-
tros escolares, con exigencias inaceptables y denuncias sin fun-
sional con roles bien definidos y con incentivos es el campo abo-
damento que generan situaciones de tensión y el enrarecimiento nado para su desmotivación.
del clima escolar.
La mayor parte de ellos mantiene viva su vocación por la edu-
El profesorado y la educación española transitan por la senda de cación y, a pesar de las crecientes dificultades, siguen empeña-
la incertidumbre provocada por los continuos cambios legislati-
dos en no perder su identidad y proyectar en los alumnos todo
vos, al no existir en España acuerdo social ni político sobre el mo- su potencial y buen hacer en lo intelectual, lo moral, lo perso-
delo, los fines ni la filosofía de la educación. Así lo evidencian los
nal y lo social. Por eso, es imperioso regular la profesión docente
diecisiete sistemas educativos que funcionan de facto en nuestro en cuanto al acceso, las competencias, la formación inicial, etc.,
país. de forma que sea atractiva para los estudiantes que entren en la
A pesar de que se proclama con énfasis que el principio de auto- universidad, y dotar de un estatuto propio a los profesores de
nomía es clave para la mejora educativa, el profesorado español la enseñanza pública que recoja su relación con la escuela, con
carece de ella, más allá de algunas cuestiones relacionadas con la la Administración y que defina claramente la carrera docente.
metodología y poco más. Está sometido a examen permanente El profesor debe dar sentido a su profesión, tener autonomía y
–cuando no a la crítica– desde la parcela política y mediática, y sentirse responsable de las decisiones que adopte en el plano
de todo tipo de expertos y profanos alejados de la realidad de las educativo. Ni las corrientes pedagógicas, la psicología, la ideo-
aulas. Cuestionan el papel o la identidad de la profesión docente logía o la Administración pueden ser el único horizonte de su
que ha formado durante décadas en las etapas preuniversitarias a actividad, ya que el quehacer docente que identifica al profesor
la élite profesional e intelectual española, y desde las más altas ins- alcanza una dimensión más amplia.
tancias del poder político se acusa al profesorado de saber y tra-
bajar poco, y de estar instalados en la queja permanente. Cuando nuestro país sepa qué educación necesita y quiere, será
el momento de abordar la cuestión docente en toda su exten-
La tendencia histórica al maniqueísmo y la simplificación, y la sión. Solo entonces los profesores sabrán qué se espera de ellos
fuerte ideologización de nuestra sociedad se han trasladado a la y el alcance de los retos que les planteen. Que nadie lo dude:
educación. Hemos recogido las más novedosas teorías filosófico- estarán a la altura de un diseño educativo establecido desde la
educativas, psicológicas y pedagógicas, demoliendo nuestra tra- reflexión seria que apunte a la formación de ciudadanos capa-
dición educativa y anulando los atributos de la profesión docente, citados y responsables.
y las hemos extrapolado en nefastas reformas que ya habían fra-
casado en otros países europeos.
Pero aquí no se reconocen los errores. Desde algunos sectores
no se quiere admitir que las sucesivas reformas, especialmente
la LOGSE, no han servido para situar la educación española en
los puestos de cabeza de los rankings internacionales. Somos in-
capaces de establecer un diagnóstico compartido de la situación
educativa y menos aún de establecer las prioridades, más allá de
señalar una supuesta deficiente formación de los docentes y su
falta de entusiasmo con los planteamientos y directrices de las
leyes educativas.
26 ANPE 577