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La firma invitada
SER DIRECTOR O ESTAR
DE DIRECTOR
Por Antonio Montero Alcaide
No hacen falta disquisiciones muy alambicadas para caer en la cuenta de que
una cosa es “ser” y otra “estar”; o, tal vez mejor, “estar de”. Pongamos
pronto una muestra: distinto resulta “ser director” que “es-tar de director”.
Pero interesará primero referir cómo se accede a la dirección de los centros
escolares y si, de resultas, se “es” o se “está”.
De sobra conocida es la inestabilidad de nuestro sis- dirección, aunque la naturaleza de los mismos y el
tema educativo, con cambios frecuentes y periódi- calendario para su entrada en vigor no conllevan
cos que siguen a la alternancia en el gobierno, dada modificaciones sustantivas ni apuestas más decidi-
la ausencia de un marco básico con acuerdo y con- das por la profesionalización. Como cambio desta-
senso amplios. Así las cosas, los modos de acceso a la cable, figura el de suprimir el programa de forma-
dirección se han repartido, por referir descripciones ción inicial, una vez seleccionado el candidato, e in-
generales, entre procedimientos de elección, desde corporar como requisito para participar en la selec-
el año 1985 a 2002, y de selección, desde el 2002 ción, por concurso de méritos, una certificación que
hasta la actualidad. Si bien, dentro de esas grandes acredite haber superado un curso de formación, so-
caracterizaciones, caben otras diferencias asociadas: bre el desarrollo de la función directiva, impartido
es el caso de dar preferencia o no a los candidatos por el Ministerio o por las Administraciones educa-
del centro donde se dispone de vacante, de reque- tivas de las Comunidades Autónomas. Las caracte-
rir o no una acreditación previa para poder presen- rísticas de este curso de formación serán desarrolla-
tar la candidatura, de considerar o no determinados das reglamentariamente por el Gobierno, según se
méritos destacados, de otorgar o no reconocimien- establece, y las certificaciones contarán con validez
tos con validez nacional. Sin que deban obviarse en toda España, por lo que puede advertirse una
otras circunstancias, que afectan a la necesaria ho- homologación básica de los procesos formativos.
mologación del sistema, en los desarrollos que aco- No es previsible, empero, que tal formación inicial
meten las dis-tintas Administraciones educativas de
tenga el grado supe-rior que se reclama para la me-
una norma básica escueta y, en ocasiones, parece jora y la profesionalización del liderazgo escolar. Así,
que hasta deliberadamente ambigua e imprecisa.
las habilitaciones o acreditaciones de directores de
Puestos en la dirección de los centros, cualquier do- centros públicos, expedidas con anterioridad a la en-
cente que cumpla determinados requisitos puede pre- trada en vigor del nuevo marco de reforma educativa,
sentar su candidatura a la misma. A su vez, el carác- se consideran equivalentes a la certificación más
ter transitorio del desempeño lleva casi a justificar la arriba mencionada. Y, durante los cinco años siguien-
ausencia de procesos formativos de cierta relevancia, tes a esa misma entrada en vigor, no será requisito in-
bien en los requisitos para el acceso, o bien en el pro- dispensable para participar en los concursos de méri-
pio ejercicio. Esto es, despunta la controversia entre tos, a efectos de la selección de directores de centros
la dirección entendida como cargo o como profesión. públicos, dicha certificación; pero se tendrá en cuenta
Se realza en la primera el carácter representativo del como mérito del candidato que la posea. Esto es, for-
director, su procedencia del propio centro y la alter- mación próxima a un “curso” y demora significativa
nancia en el ejer-cicio; mientras que la profesión alude de la misma como requisito, porque durante cinco
a las competencias específicas para el desempeño, a años ni siquiera se estima la formación inicial tras la
la evaluación de éste y a la estabilidad. Los directores selección. Cuando no nuevas modificaciones de más
actualmente seleccionados realizan, sin embargo, un amplitud por el calendario electoral que afecta al go-
programa de formación inicial, que suele incluir un bierno y la no remediada falta de consenso.
curso teórico y un periodo de prácticas, pero con al- En definitiva, puede perderse otra oportunidad de
cance limitado y desigual desarrollo en función de las situar el modelo de dirección de centros en un marco
Admi nis tra ciones que lo organizan. de profesionalización que se sostenga en una sólida
En estos momentos, el sistema educativo español es formación específica. La que contribuye, además de
objeto de nuevos procesos de reforma que toman otros aspectos, como las competencias atribuidas y
entidad en la Ley Orgánica para la Mejora de la sus condiciones de ejercicio, a “ser” director.
Calidad Educativa. Los anteproyectos hasta ahora Publicado en Diario de Cádiz, Diario de Sevilla, Diario de Jerez,
disponibles anticipan cambios en el modelo de Europa Sur, Huelva Información, Granada Hoy, Málaga Hoy y Diario 39
de Almería, 27 de marzo de 2013
ABRIL-MAYO 2013