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dejas que el alumno trabaje a su ritmo”, sostiene, “de invitados de su vivienda en Silicon Valley, crecía im-
repente empieza a interesarse y a evolucionar”. parable en alumnos, pero no en donaciones y para
Me dijeron que
Khan lo aprendió de su prima Nadia, una inte- me preferían en consolidarlo era necesario perfeccionar el soft-
ware, contratar ingenieros, especialistas para
ligente chiquilla de 12 años a la que en 2004 se abarcar desde la Física, hasta la Biología o la
le habían atragantado las matemáticas. Él vivía YouTube que en Historia del Arte. Khan, que ya había sido pa-
entonces en Boston y Nadia, en Nueva persona. Podían parar o dre, empezó a pensar que lo mejor que podía
Orleans, pero el analista decidió darle leccio- repetir a su primo sin hacer era volver a su antigua vida.
nes telefónicas cuando descubrió que la joven
había perdido toda confianza en sí misma por su tener que preguntar Pero en 2010 cambió su suerte. La primera
traspiés con los números. “Era lógica, creativa y te- y avergonzarse buena noticia llegó de la mano de Ann Doerr, es-
naz”, explica en su libro The One World posa del multimillonario John Doerr, inversionista
Schoolhouse. Simplemente, se le resistía la conversión de en firmas tecnológicas: una doble transferencia de
unidades y, sin esa base, era incapaz de seguir interiorizando con- 10.000 y 100.000 euros. La segunda también se la dio ella por
ceptos matemáticos. SMS:Bill Gates estaba contando en una conferencia que había
descubierto en Internet khanacademy.org, que estaba utilizando
Exanalista de un ‘hedge fund’, su lema es: “Súbete a la bici y cáe -
para ayudar con el álgebra y las matemáticas a su hijo Rory, de
te hasta dominarla”.
entonces 11 años.
Nadia –hoy a un paso de entrar en la facultad de Medicina– de-
Las palabras de Gates se tradujeron en dinero. Su fundación trans-
bió de hablar muy bien de su primo, porque de pronto Khan se firió 1,5 millones de dólares casi al tiempo que Google donaba
vio enseñando a una quincena de hijos de familiares y amigos. El
dos. Después se sumarían otros como el mexicano Carlos Slim.
teléfono no era práctico, así que probó con sesiones en grupo por Se consolidaba así una escuela sin marchamo oficial que se en-
Skype, pero no resultaba tan eficaz. Justo cuando pensó en de-
saya con éxito en escuelas físicas –hay un millón de profesores
jarlo, un amigo le dijo: “¿Por qué no haces vídeos y los subes a
inscritos para usar sus recursos educativos– y que ha supuesto un
YouTube?”.
revulsivo para la educación sin que él se haga rico. Salman
El soñador Khan le hizo caso. Diseñó unas lecciones muy senci- Khan, una de las 100 personas más influyentes del mundo según
llas con solo tres grandes protagonistas: el cursor sobre una negra la revista Time en 2012, no es millonario ni probablemente lo sea
pizarra virtual, las imágenes que ilustran los contenidos, y una nunca. Tampoco es su propósito, convencido como está de que
voz muy enfática, la suya. “Ocurrió algo interesante”, relataba la educación puede destapar genios, talentos, en cualquier lugar
Khan, con grandes dosis de teatralidad en las conferencias TED del planeta. Se lo confesó al periodista argentino Andrés
de 2011. “Me dijeron que me preferían en YouTube que en per- Oppenheimer en una entrevista incluida en su libro¡Crear o morir!
sona. Tiene mucho sentido. Podían parar o repetir a su primo sin (Debate). “Sentí que todo esto era demasiado importante como
tener que preguntar y avergonzarse”. para que solo fuera una empresa”.
Lo mismo les ocurrió a miles de internautas. Las clases de álge-
bra y preálgebra diseñadas para sus tutelados se convirtieron
en trending topic. Por lo que sea, un indocumentado como ma-
estro había dado con la forma de cautivar a estudiantes, adultos
sin formación, chavales con problemas... “Mi hijo de 12 años
tiene autismo y le han costado mucho las Matemáticas. Hemos
intentado todo, visto todo, comprado todo. Nos cruzamos con
su vídeo de decimales y lo entendió”, le escribió un padre agra-
decido. “Entonces fuimos con las terribles fracciones. Lo com-
prendió. No podemos creerlo. Está tan emocionado”.
Khan plantea una suerte de escuela al revés: se aprende en casa y
se hacen los deberes en el aula
A principios de 2009, más de 100.000 personas seguían sus ví-
deos y demandaban lecciones de otras materias. Henchido de sa-
tisfacción, comenzó a coquetear con la idea de dejar Wohl Capital
Management y crear una escuela mundial gratuita. No es que no
le gustara su trabajo. “Era intelectual y financieramente gratifi-
cante”, cuenta en su libro. “Pero estaba atrapado en una vocación
que vi como algo mucho más valioso”.
Khan y su esposa, médico internista, dejaron la compra de la vi-
vienda para más adelante y lo invirtieron todo en el proyecto,
confiados en llamar la atención de algún filántropo. Pasados
nueve meses, la academia, con el cuartel general en el cuarto de
Octubre - noviembre 2015 / 35