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FIRMA INVITADA

Un profesor con 26 millones de alumnos

©MARIBEL MARÍN/EDICIONES EL PAÍS, SL 2015

Existe un puñado de filántropos fuera de serie y luego está Salman cuantas certezas. El ingeniero eléctrico, matemático e informá-
Khan, un analista de un hedge fund de origen humilde que en tico formado en Harvard y el MIT (Instituto Tecnológico de
2008, recién casado, a punto de ser padre y de adquirir una casa Massachusetts) cree que cada estudiante es único y tiene ritmos
en propiedad, fio todo su futuro y sus pingües ahorros a un sueño: de aprendizaje únicos que el sistema prusiano de enseñanza, esen-
hacer accesible la educación gratis a todos en cualquier lugar del cialmente pasivo, no puede satisfacer. Lo que él plantea es una
mundo. “Démonos un año a ver si encontramos financiación”, suerte de escuela al revés: se aprende en casa, con lecciones gra-
cuenta en conferencias que le dijo a su mujer. “Es la mayor ren- badas en vídeo y los pertinentes ejercicios, y se hacen los deberes
tabilidad social que uno podría conseguir”. Hoy, este hombre, en el aula. De esta forma, el estudiante que no ha entendido un
hijo de madre india y padre bangladeshí, tiene 26 millones concepto, y que quizá en clase se siente cohibido y renuncia a pe-
de alumnos en 190 países. Su éxito, la Academia Khan, es una dir ayuda, no tiene más que rebobinar la lección cuantas veces
plataforma onlinemultilingüe sin ánimo de lucro que ha con- necesite hasta dominarla. Y el profesor, que dispone de un pro-
quistado al mismísimo Bill Gates y está sostenida por otras ge-
grama para seguir los progresos y tropiezos de cada alumno en
nerosas fortunas que han contribuido a auparle como el maestro casa, puede invertir su tiempo en resolver lagunas. La escuela tra-
del mundo.
dicional “te castiga por experimentar y fracasar” y eso hace que
Nacido en Nueva Orleans en 1976 y criado en un hogar que se vayan solapándose déficits de aprendizaje, suele decir Khan. Su
mantenía con lo justo, Khan se ha ganado la fama de revolucio- propuesta pasa justo por lo contrario: “Súbete a la bici y cáete.
nario con un sistema surgido de su propia experiencia y de unas Hazlo por el tiempo que sea necesario hasta dominarla”. “Si

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