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COLABORACIONES




















































         Hijo, pero ¿qué te enseñan en el colegio?


         Si me lo permiten...                                     Por Iñaki Fernández Suárez, profesor de Educación Musical

         Demasiados libros de texto, aunque no es suficiente. Abundante  para ello. Aun así, me voy conformando con “empujar” en cada
         tarea para casa, pero continúa siendo escasa. Exceso de tiempo  momento mi granito de arena, eso sí, siempre y cuando el ca-
         sentados, sin embargo no aprenden “lo que tienen que aprender”.  mino se encuentre llano.
         Presión lectoescritora precoz, no obstante, siguen las carencias en  Simplemente, en la escuela actual nadie enseña nada ni nadie
         cursos posteriores. Innumerables responsabilidades, exigencias,
                                                               aprende nada. Vuelvo a insistir, quien se llevó las manos a la ca-
         estrujamiento y burocracia de aquí, de allá y del “más allá” que  beza al leer estas líneas o forme parte del pesimismo que
         empapela, nubla, o en el peor de los casos anula el ánimo
                                                                         paraliza el mundo, por favor, deje la lectura. Su
         innovador del profesor... Entonces, ¿cuál es el problema?          mente la programaron desde bien temprano para
         ¿Por qué mi hijo no sabe “lo que tiene que saber”?
                                                       Aprender sería         ver lo que le aseguraron que vería y creer en
         La escuela hace años que quedó caduca, abalan-                        lo que le dijeron que creería (y el cerebro es
         zándose constantemente sobre una sociedad di-  más bonito si           cómodo, muy cómodo, extremadamente
         gital y vanguardista que se le resbala y fuga, sin  prescindiéramos de la  cómodo...). Ahora bien, si siente curiosi-
         detenerse un segundo a dar a la primera unas pa-  belleza del          dad y va a hacer un esfuerzo por entender
         labras de aliento. Si a ello le añadimos el estan-                     lo que ocurre realmente en el proceso erró-
         camiento mental, instrumental, legal y burocrá-  descubrimiento        neamente denominado enseñanza – apren-
         tico perfectamente enmarcado en convencionalis-                       dizaje que tiene lugar en la segunda residen-
         mos protocolarios de cómo debe ser esta institución                 cia de su hijo, en ese caso, le animo a que con-
         académica... ¡eureka!, identificamos la clave el enigma.          tinúe.
         Lamento adelantar, para quien no quiera avanzar en esta lectura  El ser humano viene programado “de serie” para absorber
         (el tiempo es oro), que no va a ser un servidor quien ofrezca la  todo lo que le echen, principalmente en su niñez. Es normal, pues
         solución ya que, no soy ni el más apropiado ni el más capacitado  es la etapa en la que de más neuronas “frescas” disponemos.  Por


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