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Autonomías
Cantabria
Desastroso comienzo de curso
El curso anterior finalizó con movilizaciones en la Educación Infantil y Primaria de Cantabria, debido a la falta de respeto y de
consideración que el consejero de Educación, Cultura y Deporte mostró con el magisterio cántabro.
Lejos de pedir disculpas por las ofensivas manifestaciones vertidas,
tanto por el Sr. Francisco Fernández Mañanes como por otros
miembros de su equipo, el consejero ha seguido alimentando el
fuego de la indignación, poniendo en entredicho el trabajo del
profesorado al negar la importancia de las tareas de preparación,
formación, coordinación y ejecución de actividades tanto lectivas
como complementarias o extraescolares. Unas manifestaciones
que ha repetido el 9 de septiembre, demostrando una ignorancia
permisible en una persona ajena a la enseñanza, pero imperdona-
ble en un profesor, salvo que piense que todos los demás ejercen
su trabajo como él ha debido hacerlo, confundiendo el trabajo
del profesorado exclusivamente con las horas de clase directas con
el alumnado. La actualización, las tareas burocráticas, la prepara-
ción de las clases, el diseño y desarrollo de las actividades com-
plementarias y extraescolares, las entrevistas con las familias y con
el alumnado, la coordinación con los compañeros docentes, la co-
rrección de ejercicios y pruebas, el trabajo en los proyectos y pro-
gramas complementarios... suponen un importante tiempo de
dedicación que excede, habitualmente, el tiempo exigido al pro- El curso ha comenzado con una jornada de huelga apoyada ma-
fesorado en la normativa vigente. sivamente por los maestros y maestras de los colegios públicos de
la región. Esta convocatoria de huelga ha sido consecuencia de la
intransigencia y de la prepotencia del consejero, que ha conse-
guido poner de acuerdo a todo el profesorado y a todos los sin-
dicatos representados en la Junta de Personal Docente no
Universitario. La publicación de un decreto de Servicios Mínimos
que supera los criterios más exigentes, en lugar de aclarar contun-
dentemente que el profesorado que no ejerce su derecho a huelga
está trabajando y debe colaborar en la atención al alumnado que
acude a los colegios en los días de convocatorias.
Quizás, con los nervios por la convocatoria de la huelga, que ellos
podían haber evitado, o con los problemas para sustituir a los más
de 200 maestros que faltan en los colegios y que no se incorpo-
rarán hasta comenzado el curso, en el mejor de los casos (situación
que se repetirá lamentablemente en los institutos de nuestra re-
gión) o la cascada de peticiones de dimisión del consejero (a las
que se ha unido incluso la propia FAPA además de todos los gru-
pos políticos y, por supuesto, la Junta de Personal Docente No
Universitario) no han tenido tiempo de reflexionar sobre su po-
sición, incumpliendo el acuerdo de reducción de jornada, no solo
en Secundaria (imposible aplicar las 18 horas si no se incrementa
la plantilla, obligando a los centros a optar entre las 18 horas o el
mantenimiento de desdobles y atención a programas puestos en
marcha en cada instituto) sino en Infantil y Primaria, pese al com-
promiso adquirido por el actual Director General de Personal
Docente durante su reciente etapa como representante sindical .
Deseamos que la cordura vuelva a nuestros administradores edu-
cativos y que no adopten medidas de las que puedan tener que
responder no ya ante el profesorado, sino incluso ante todos los
miembros de la comunidad educativa y de la sociedad cántabra.
Septiembre - Octubre 2018 49