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30_31 Firma Invitada 551 12/9/12 17:25 Página 31
La firma invitada
La lealtad del funcionario a la ley
y a su función pública llega a
interpretarse por el gobernante
como una deslealtad personal
hacia él e incluso como una
oculta estrategia al servicio
de la oposición.
económico-política conocida y con el fallo en los
controles para atajarla.
Estos gobernantes de todos los colores políticos,
pero sobre todo los que se tildan de liberales, son
los que, tras la perversión causada por ellos mismos
en la función pública, arremeten contra la tropa
funcionarial, sea personal sanitario, docente o pu-
ramente administrativo. Si la crisis es general, no es
comprensible que se rebaje el sueldo sólo a los fun-
cionarios y, si lo que se quiere es gravar a los que
tienen un empleo, debería ser una medida general
para todos los que perciben rentas por el trabajo
sean de fuente pública o privada. Con todo, lo más
sangrante no es el recorte económico en el salario
del funcionario, sino el insulto personal a su digni-
dad. Pretender que trabaje media hora más al día
no resuelve ningún problema básico ni ahorra pues-
sumisiones personales, que cuando llegan a gober- tos de trabajo, pero sirve para señalarle como per-
nar no se fían de los funcionarios que se encuen- sona poco productiva. Reducir los llamados «mos-
tran. Con frecuencia los ven como un obstáculo a cosos» o días de libre disposición -que nacieron en
sus decisiones, como burócratas que ponen obje- parte como un complemento salarial en especie
ciones y controles legales a quienes piensan que no ante la pérdida de poder adquisitivo- no alivia en
deberían tener límites por ser representantes de la nada a la Administración, ya que jamás se ha con-
soberanía popular. En caso de conflicto, la lealtad tratado a una persona para sustituir a quien disfruta
del funcionario a la ley y a su función pública llega de esos días, pues se reparte el trabajo entre los
a interpretarse por el gobernante como una desle- compañeros. La medida sólo sirve para crispar y des-
altad personal hacia él e incluso como una oculta motivar a un personal que, además de ver cómo se
estrategia al servicio de la oposición. Para evitar tal le rebaja su sueldo, tiene que soportar que los go-
escollo han surgido, cada vez en mayor número, los bernantes lo estigmaticen como una carga para sa-
cargos de confianza al margen de la Administración lir de la crisis. Pura demagogia para dividir a los pa-
y de sus tablas salariales; también se ha provocado ganos.
una hipertrofia de cargos de libre designación en-
En contraste, los políticos en el poder no renuncian
tre funcionarios, lo que ha suscitado entre éstos un
a sus asesores ni a ninguno de sus generosos y múl-
interés en alinearse políticamente para acceder a
tiples emolumentos y prebendas, que en la mayoría
puestos relevantes, que luego tendrán como premio
de los casos jamás tendrían ni en la Administración
una consolidación del complemento salarial de alto
ni en la empresa privada si sólo se valorasen su mé-
cargo. El deseo de crear un funcionariado afín ha
rito y capacidad. Y lo grave es que no hay propósito
conducido a la intromisión directa o indirecta de los
de enmienda. No se engañen, la crisis no ha corre-
gobernantes en procesos de selección de funciona-
gido los malos hábitos; todo lo más, los ha frenado
rios, influyendo en la convocatoria de plazas, la de-
finición de sus perfiles y temarios e incluso en la por falta de financiación o, simplemente, ha for-
zado a practicarlos de manera más discreta.
composición de los tribunales. Este modo clientelar
de entender la Administración, en sí mismo una co- La Nueva España, 15 de enero de 2012.
rrupción, tiene mucho que ver con la corrupción Publicado en ANPE con autorización expresa del autor 31
SEPTIEMBRE 2012