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Opinión
Más educación contra la corrupción
Cada día asistimos atónitos a un nuevo escándalo en la vida política nacional.
Las primeras noticias de los informativos se hacen eco de imputaciones que afectan
a un considerable número de políticos del que no está exento ningún grupo con
poder para gestionar lo que hemos dado en llamar la cosa pública.
Por Nicolás Fernández Guisado, presidente nacional de ANPE
Desde las más altas instituciones a personalidades Tras más de 35 años de consolidación democrática
que han tenido importantes responsabilidades en existe ya una conciencia generalizada de que la
los gobiernos de todo ámbito, pasando por car- Necesitamos configuración del Estado de las Autonomías no
gos autonómicos, municipales y un sinfín de volver al espíritu de ha resuelto el encaje de los denominados terri-
personajes que han dibujado un gran mapa de la transición que nos torios históricos. Basta contemplar la deriva se-
la corrupción en España. Un escándalo se su- cesionista propiciada por instituciones del má-
perpone a otro y acentúa los efectos del des- permita recuperar la ximo órgano de gobierno en una Comunidad,
crédito y la desmoralización instalada en nues- cultura del pacto olvidando su propio papel asignado en la
tra sociedad. Constitución como principal garante del Estado
en aquella.
Podemos afirmar que la grave crisis económica que
padecemos en España no es sino una consecuencia y Tampoco ha servido este modelo para gestionar con efi-
manifestación de otras igual de graves: una profunda crisis de cacia los servicios sociales de nuestros ciudadanos. En una alo-
valores, la crisis política, con las derivaciones institucional, terri- cada huida hacia adelante hemos clonado en 17 mini estados la
torial, financiera. En definitiva, no estamos en presencia de una Administración Central, con todos los vicios de un gran Estado
sola crisis económica, sino de muchas crisis, con distintas mani- central, pero no fraccionado en 17 partes sino multiplicado ex-
festaciones y ante las que no podemos permanecer indiferentes. ponencialmente por 17. Además de ello, nos encontramos con el
funcionamiento de cuatro administraciones: central, autonómica,
El despilfarro del gasto público, el estallido de la burbuja inmo-
provincial y municipal, que se superponen y cuadruplican fun-
biliaria, la quiebra de una parte significativa del sector financiero,
ciones, creando un amplio entramado de organismos y empresas
unido a la corrupción permanente y sistemática en la gestión de de todo tipo, que han configurado una estructura cuyo mante-
lo público que afecta a instituciones del Estado, partidos políti-
nimiento es absolutamente inasumible, favorece el clientelismo
cos de todos los niveles y ámbitos y algunos sindicatos hacen que político y dificulta la transparencia en la gestión.
la sociedad civil asista desconcertada a esta situación, a la que se
ha pretendido dar solución de urgencia con injustas medidas de Además de ello, la falta de concreción en el reparto competencial
recortes del gasto público que han afectado directamente a las po- muestra no sólo una evidente descoordinación en la toma de de-
líticas básicas del Estado del Bienestar: Educación, Justicia, cisiones en políticas básicas sino también un claro desprecio al
Sanidad y pensiones nos están haciendo retroceder a las condi- principio de jerarquía normativa y al papel vertebrador del
ciones sociales de otros tiempos ya olvidados. Estado. No es difícil buscar ejemplos recientes: la paga extraor-
dinaria, el euro por receta, las ofertas de empleo, por no hablar
Como docentes, como parte activa de esta sociedad herida, tene- de cuestiones más graves como el desacato a algunas Sentencias
mos la obligación de reaccionar ante los abusos cometidos. El di-
del Supremo y el Tribunal Constitucional.
nero se mueve por paraísos y cauces insospechados mientras los
servicios esenciales son privados de los recursos económicos im- Por ello, con carácter previo y transversal a cualquier actuación
prescindibles, lo que deriva en un debilitado sistema social que urge acometer la regeneración democrática en nuestra vida pú-
mengua en sentido inverso al creciente esfuerzo y sufrimiento que blica para salir de esta situación. Necesitamos la implicación de
se exige a sus ciudadanos en cada comunidad autónoma. la sociedad civil, volver al espíritu de la transición que nos
Noviembre 2014 17