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LA CLASE
CUANDO LA SONRISA DE UN NIÑO ESTÁ AUSENTE
Por Mª Inmaculada García Fernández y Nuria Portilla García,
maestras del CEIP “Miguel Primo de Rivera”
de Laredo, Cantabria.
La detección de una depresión infantil no es fácil sensibilidad al fracaso, pensamientos con finales tris-
puesto que entre otras cosas, los pequeños no tie- tes para sus cuentos, con expresiones suicidas y en
nen la capacidad de expresión de un adulto, por eso algunos casos, actuaciones autodestructivas.
nosotros como docentes debemos estar atentos a En definitiva, cambios en su modo de ser habitual.
ciertos comportamientos y actitudes del menor.
Siempre debemos tener en cuenta que cada niño es
Lo primero que queremos comentar es que no es lo único en su forma de ser, no hay niños idénticos, hay
mismo estar triste que padecer un trastorno depre- que conocerlos muy bien para saber qué es lo anor-
sivo. La mayoría de adultos, jóvenes y niños/as po- mal en su comportamiento.
demos sentirnos en ocasiones tristes, es un síntoma
Un niño inapetente, que no juega, que se muestra
normal en el ser humano.
excesivamente violento o retraído, que tiene con-
Es casi seguro que todos los niños hayan estado al- ductas regresivas o que no aprende, es sin duda un
guna vez tristes en su vida, y es posible, que algunos niño que sufre y puede estar deprimido (como
de ellos hayan experimentado alguna vez un sín- norma, podemos afirmar que un niño que no puede
toma de depresión, pero es improbable que hayan o no quiere jugar, tiene un signo de depresión).
sufrido un síndrome depresivo o un trastorno de-
Hay que tener en cuenta que a veces pueden cam-
presivo.
biar su comportamiento en casa y en la escuela sin
Hasta hace unas décadas, este trastorno se creía que que nadie se dé cuenta de que en realidad lo que
solo existía en personas adultas, hoy en día está su- están es sufriendo una depresión.
ficientemente constatado también en niños y las es- Siempre es recomendable cotejar nuestras sospechas
tadísticas nacionales nos revelan que, más o menos, con diversas fuentes de información: el propio niño,
el cinco por ciento de la población infantil puede pa- sus padres, otros maestros, sus amigos y sus compa-
decer este trastorno en algún momento. ñeros del colegio.
Por tanto es una realidad que hay que abordar para En bebés, puede detectarse la depresión al obser-
que no se cronifique y se arrastre toda la vida, ya varles decaídos o al permanecer tristes aunque se les
que es un trastorno susceptible de ser tratado con esté consolando.
éxito.
Ser pequeño no es sinónimo de ser
Los síntomas que caracterizan la depresión infantil
son: tristeza persistente, llanto excesivo, desespe- feliz, a veces nuestros niños sufren lo
ranza, aburrimiento persistente y falta de energía, que se ha denominado “depresión
pérdida de interés en sus actividades favoritas o in-
capacidad para disfrutar de ellas, quejas frecuentes infantil”, lo cual, por desagracia es
de dolencias físicas, alteraciones del sueño y de la
alimentación, dificultad de concentración, bajo ren- una de las enfermedades que generan
dimiento escolar, problemas para relacionarse, ais- mucha complejidad y
lamiento social, ataques de rabia y hostilidad, baja
32 autoestima y sentimientos de culpabilidad, alta desconocimiento.
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