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¿El alumnado evaluando al profesorado? ¡Ya está bien!



                                                              Por Pedro Crespo, presidente de ANPE Canarias
         La experiencia nos enseña que la prudencia debería ser norma de  Llegados a este extremo, sólo cabe pedir cordura y prudencia.
         obligada conducta para quienes, por razón de su cargo, oficio u ocu-  Porque las modas en el sector educativo siempre nos han perju-
         pación, se creen capacitados para tomar “decisiones drásticas” con  dicado a todos y es nuestra responsabilidad avisar del peligro,
         el loable objetivo de “enderezar el rumbo de una vez por todas”.  ahora que esta situación es prácticamente una anécdota y antes
                                                               de que la educación sea una vez mas un término desvirtuado,
         Esta llamada a la reflexión, antes de firmar cualquier normativa
         o realizar una simple declaración pública de intenciones, resulta  como si fuera una opinión más en las redes sociales.
         especialmente exigible a nuestros gobernantes y gobernantas, so-  Nuestro sindicato está abierto, como siempre, a la mejora del sis-
         bre todo cuando se trata de un asunto tan sensible y complejo  tema educativo a través de las evaluaciones de todos los agentes
         como la EDUCACIÓN.                                    que integran el hecho educativo, como, de hecho, establece bien
                                                               claro el artículo 106 de la LOE, que, por otra parte, lleva doce
         Somos la organización sindical más representativa del profesorado
                                                               años sin ser aplicado, salvo en Asturias.
         que presta sus servicios en la enseñanza pública, y sabemos per-
         fectamente que nuestros compañeros y compañeras se niegan a  En nuestra opinión, proponer “a borbotones” una serie de medi-
         seguir consintiendo que la sociedad dude de su profesionalidad  das improvisadas, como esta entelequia de que los alumnos de
         en el ejercicio de la docencia y respecto al desarrollo cotidiano de  Secundaria evalúen sin más concreciones a sus profesores, nos pa-
         su trabajo en los centros.                            rece un auténtico disparate, aunque, en estos tiempos de confu-
                                                               sión y ruido, haya encontrado un fácil camino para aflorar al de-
         ¡Ya está bien de plantear más evaluaciones para el profesorado!
                                                               bate público.
         ¡Exigimos respeto para la profesión docente!
                                                               No nos engañemos ni dejemos que otros nos oculten la realidad.
         Pero hace unas semanas se ha rizado el rizo con la peregrina idea
                                                               En unos pocos años, si nadie lo impide, veremos sus nefastos re-
         de que sean los propios alumnos quienes lleven a cabo la evalua-
         ción del profesorado, como se ha defendido con total desfachatez  sultados, porque, en definitiva, estaremos traspasando las com-
                                                               petencias de las Administraciones Educativas a nuestro propio
         en el Consejo Escolar del Estado.
                                                               alumnado. ¿Podemos imaginarnos las consecuencias?
         En la actualidad, las familias, el entorno social y los propios alum-
         nos cuentan con normativa y recursos de sobra para hacer valer  No se puede poner en duda la competencia profesional o cues-
                                                               tionar la libertad de cátedra del profesorado a estas alturas. Si lo
         su opinión sobre el desarrollo de la práctica docente; por eso, sus
                                                               trasladamos al sector sanitario, con el que tantas batallas hemos
         puntos de vista ya se utilizan para mejorar en cada trimestre del
         curso escolar. Además, ante presuntas negligencias o irre-  librado en los últimos tiempos, sería igual que sustituir la denun-
                                                                cia de alguna mala práctica profesional con quejas formales o
         gularidades de los profesionales de la enseñanza,
         pueden acudir a su Consejería de Educación     No          ante los tribunales de justicia, por amedrentar cada día al
                                                                      personal médico y sanitario con la falta de criterio del
         para denunciar el hecho en cuestión, siem-  se puede poner
         pre que haya fracasado el diálogo con el  en duda la           buzón de sugerencias de los usuarios.
         profesorado durante la tutoría o con el                         Para finalizar, no podemos más que solicitar públi-
         equipo directivo de su centro.      competencia profesional      camente que, en estos tiempos de decisiones presu-

         En algunas Comunidades Autónomas,   o cuestionar la libertad     puestarias de calado, los enfoques en materia edu-
                                                                          cativa deben estar centrados en los “verdaderos” re-
         como  el  País  Vasco  y  la  Comunidad  de cátedra del
         Valenciana, pretenden ir más allá, hasta el  profesorado a estas  tos cotidianos del profesorado: equilibrar las ratios
         punto de plantear que la crítica del alum-                     alumno/profesor, atajar el exceso de burocracia y se-
         nado sea determinante para el futuro laboral  alturas         guir trabajando en mejorar el clima de convivencia en
                                                                     nuestros centros escolares.
         del profesorado.

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