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EDITORIAL
No más reformas educativas sin consenso
Cualquier medida que se adopte sobre la paralización y derogación
de la LOMCE debe venir precedida de un Pacto de Estado
L congreso de los diputados aprobó por mayoría el 5 de abril iniciar la tramitación parlamentaria de la
proposición de ley presentada por el PSOE para suspender el calendario de implantación de la LOMCE y
Esustituirla posteriormente por otra ley educativa, con el voto en contra del PP y la abstención de Ciudadanos.
La iniciativa ha salido adelante por 186 votos, con 112 en contra y 41 abstenciones. Este es el primer punto recogido
en el pacto educativo entre PSOE y Ciudadanos que además recoge la constitución de una mesa para alcanzar
un pacto social y político por la Educación que, en el plazo de seis meses, permitirá la elaboración de
un marco legal consensuado.
El debate del pleno La proposición admitida se convertiría a partir de ahora en un proyecto de ley que debería ser
tramitado por la comisión de educación para desactivar los cambios previstos para el curso
del Congreso ha puesto
2016-2017. Que la cuenta atrás no se interrumpa depende de que se cierre un acuerdo para
de manifiesto, una vez más, formar gobierno antes del próximo 2 de mayo. Si no es así, como parece que finalmente va
que no hay acuerdo posible a suceder, la iniciativa parlamentaria decaerá y la LOMCE seguirá vigente a la espera del
devenir de una nueva legislatura, lo que situá esta iniciativa parlamentaria como un brindis
sobre la Educación en
al sol o el enésimo intento de instrumentalizar la educación para utilizarla como herramien-
nuestro país ta de confrontación ideo ógica.
l
El debate del pleno del congreso sobre la suspensión del calendario de aplicación de la LOMCE
ha puesto de manifiesto, una vez más, que no hay acuerdo posible sobre la Educación en nuestro
país. La educación vuelve a ponerse en el centro del debate político de modo irreflexivo sin pensar en
las consecuencias inmediatas que puede tener para la organización práctica de los centros, para los alumnos y sus
familias y para los propios profesores. Esta decisión de paralizar la aplicación de la LOMCE en un periodo de inte-
rinidad gubernamental, si se hubiera llevado a sus ultimas consecuencias, nos aleja mucho del objetivo de lograr
un sistema educativo moderno, estable y de calidad.
Ante el debate suscitado sobre la paralización del calendario de la LOMCE y el compromiso de realizar una nueva
ley educativa en el plazo de seis meses, ANPE mantiene su objeción a estas propuestas, asegurando que cualquier
medida que se adopte debe venir precedida desde un pacto educativo político y social o, al menos, desde un acuer-
do de mínimos básico, que sirva para dar seguridad y estabilidad al sistema educativo y alejen la educación de la
confrontación ideológica permanente.
ANPE pide reflexión, cordura y sosiego. Hemos sido muy críticos con la actual reforma educativa, la LOMCE.
Una ley que nació sin consenso, en un escenario de crisis económica y lastrada por los recortes y que no es la refor-
ma profunda y global que necesita nuestro sistema educativo, pero no es menos cierto que con este intento de dero-
gación se está cayendo en el mismo error que se pretende subsanar: tomar decisiones sobre Educación sin un con-
senso real. Algo especialmente grave en las actuales circunstancias de interinidad política, que no propician el
marco más idóneo para tomar medidas legislativas de este calado.
También advertimos que para derogar una ley hay que tener preparada una norma que la sustituya. Y tampoco es
solución la vuelta automática a la LOE, que recoge todos los postulados del modelo LOGSE, ya superados.
Además, parecen olvidar los proponentes de esta medida que el calendario de la LOMCE va inserto en la propia
ley y no puede derogarse aisladamente, sino que requiere la derogación de un precepto de una ley orgánica y ela-
borar una nueva ley resulta materialmente imposible aprobarla en un plazo de seis meses. Hace falta un mínimo
de un año e incluso más, si se quiere abrir un debate razonable con los sectores implicados, que busque el consen-
so y la estabilidad y no se caiga en los mismos errores que han tenido las leyes orgánicas precedentes, que han res-
pondido más a leyes de partido que a leyes de estado con vocación de estabilidad y perdurabilidad.
La paralización de la LOMCE sin que se aborde una nueva ley solo produciría un perjuicio al alumnado y confusión
entre el profesorado, ante un próximo curso escolar que está a la vuelta de la esquina y sin tiempo para hacer los ajus-
tes y cambios curriculares imprescindibles para su puesta en marcha.
Abril - mayo 2016 3