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COLABORACIONES








































        Wittgenstein, competencias y libertad de cátedra


         Últimamente, en apenas unos años, la enseñanza no-universitaria en España está asistiendo a
         una vorágine de innovaciones y desafíos pedagógicos.




                                                                 Por Juan Francisco Martín del Castillo, profesor de Filosofía.
                                                                                         Las Palmas de Gran Canaria




        Estos cambios, sin la debida reflexión, pueden provocar la com-  antes bien, su conducta discurre por la omisión en público del
        pleta desorientación tanto de los profesionales del ramo como de  disenso, por generalizado que sea, en una malentendida obe-
        los protagonistas directos del aprendizaje, en concreto, del alum-  diencia a la jerarquía funcionarial, o, en el caso más extremo, de-
        nado de las etapas inferiores de nuestro peculiar sistema educa-  jan a las voces en soledad el trámite de la exposición de los su-
        tivo. Una de esas modernidades, que por ahora sólo recibe el in-  puestos males que la mayoría vislumbra en la labor cotidiana. Sin
        terés de la comunidad canaria, es la implantación de las compe-  embargo, la intencionalidad que bulle tras estas rúbricas no puede
        tencias en los procedimientos evaluativos, a las que han de seguir  ser más peligrosa y, precisamente, para algo tan especial, y cla-
        su inmediato desarrollo, las denominadas “rúbricas competen-  morosamente democrático, como es la educación en libertad.
        ciales”. Por desgracia, son muy pocos los privilegiados que están
                                                               Wittgenstein fue un filósofo luminoso, un gigante de la disciplina
        al tanto del sentido y significación de esta nueva herramienta pe-
        dagógica y, en su consecuencia, se ha abierto un período      filosófica como el austero Newton lo fue en la historia
                                                                          de la física.  Traigo a colación a este genio anglo-
        de difusión del nuevo ideario por el amplio abanico
        de centros que componen el mapa escolar en las  Estos cambios,      austríaco para que se comprendan dos cosas. La
        Islas Canarias. Tal es la ruptura con el modelo                      primera, la importancia crucial de una mente
        practicado, ya de por sí cargado de hueco buro-  sin la debida        que, en otro país diferente al que le vio nacer
        cratismo, que la resistencia es de idéntico calado  reflexión, pueden  o al que lo acogió con los brazos abiertos,
        a la empresa acometida desde los organismos  provocar la completa      como la Gran Bretaña de Russell y Moore,
        institucionales. Los profesores, en alerta conti-                      sus  dos  mentores  en  la  universidad  de
        nua ante los desafueros de los que son objeto  desorientación          Cambridge, hubiera sido pasto de la incredu-
        desde múltiples sectores de lo social y lo político,                  lidad, el desprecio o, incluso lo peor, del for-
        raramente enfrentan la tarea de someter a juicio crí-               zado enclaustramiento. Tal vez por la impronta
                                                                           familiar,  de  cierta  tendencia  a  la  neurastenia
        tico estas veleidades de las autoridades educativas;

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