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Colaboraciones

ACTITUD

EJEMPLARIZANTE

Por Juan Miguel Molina,
ex presidente nacional de ANPE

Acabamos de conocer los presupuestos generales
del Estado para 2012 y de ellos se desprende un dato
importante: se reducen casi un 30% con respecto a
los del año pasado. Es un dato incuestionable que
lejos de sorprendernos, con lo que está cayendo, en-
tendemos y comprendemos, incluso creemos justifi-
cable desde la perspectiva del Gobierno de sentar
las bases para conseguir frenar el déficit y empren-
der la recuperación de nuestra economía.
Sin embargo hemos sido testigos, a través de los me-
dios de comunicación en diferentes ruedas de
prensa, de la defensa a ultranza que de los referi-
dos presupuestos han hecho algunos políticos, más
pendientes de mirar por el rabillo del ojo de que
han hecho o que han dejado de hacer los otros, que
de lo que verdaderamente van a hacer ellos mismos.
Esta circunstancia, negar la evidencia, se reitera des-
graciadamente con más frecuencia de la que sería
deseable; parece como si se hubiera instalado en
nuestra clase política, sin darse cuenta que el ciu-
dadano contempla atónito o perplejo, una sucesión
interminable de declaraciones y contradeclaraciones
que no evidencian más que la actitud necia de quien
las hacen negando con persistencia la realidad de lo
que sucede. Y esto, lejos de propiciar circunstancias
que favorezcan la confianza que se nos reclama
desde el exterior, genera todo lo contrario. Así no
es de extrañar que la última encuesta de CIS sitúe a
la clase política como una de las mayores preocu-
paciones de los ciudadanos.
es el momento de preguntarnos quién envió los va-
Estoy seguro de que vamos a salir de esta crisis, lores al desván, –ni es momento de reproches– lo es,
tanto, como que nada volverá a ser lo que es, ni a sin embargo, de empezar a llamar las cosas por su
funcionar como lo están haciendo hasta ahora; que nombre. Digo yo, que alguna responsabilidad ten-
tendremos que adaptarnos a los cambios que se nos drán quienes con síndrome de grandeza adminis-
avecina con una mentalidad mucho más abierta de trativa, crearon empresas que ahora no se pueden
la que ahora tenemos. Pero para que esto suceda la costear, o sencillamente gastan lo que no pueden
sociedad civil tendrá que estar más pendiente de la pagar. Algo habrá que hacer, y pronto, para recu-
evolución de los problemas, participar y colaborar perar el prestigio de la decencia como valor moral
en la solución de los mismo y exigir mayor respon- deseable. Es urgente que la sociedad civil se con-
sabilidad a la gobernanza de quienes elegimos para ciencie de la gravedad de la situación y de la nece-
ello, sobre todo, para evitar que puedan interpretar
sidad de reaccionar frente a la misma buscando el
que los votos a favor son un cheque en blanco para apoyo y el consenso de todos aquellos que puedan
hacer lo que quieran, en lugar de adoptar las solu-
contribuir a superarla. Para empezar necesitamos la
ciones de urgencia que nos hagan salir de la deses- actitud ejemplarizante de nuestros gobernantes en
peranza que para muchos es el paro y la pobreza.
particular, y de la clase política en general, para que
A pesar de esto conviene que tengamos en cuenta mantengamos la esperanza de que de ésta saldre-
que esta crisis no es sólo económica, sino también mos con el esfuerzo de todos y no sólo con el sacri-
ética y moral y aunque ahora tenemos claro que no ficio de asalariados, funcionarios y pensionistas. 39
MAYOR-JUNIO 2012