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Autonomías



          Cataluña

       La excepcionalidad se institucionaliza


       Que Cataluña hace años se ha instalado en la excepcionalidad po-
       lítica es algo vox populi. Además, esta situación enquistada en la
       que nos encontramos está provocando que se normalice y se ins-
       titucionalice per se. Una paradoja en toda regla, pues la excepción
       se vuelva norma y la norma una rara excepción.

       El Departament d’Esenyament no queda atrás ni mucho menos. A
       los embates políticos que venimos soportando estos últimos se
       suman las políticas incompetentes y desidias enquilosadas durante
       décadas en el propio Departament. A esto habría que añadir los
       conflictos externos e internos que sufren los partidos políticos en
       su propio seno. ¿Hasta cuándo estos dirigentes abusarán de los
       ciudadanos, receptores últimos de estas políticas que zozobran?
       Si ni ellos mismos se ponen de acuerdo, ¿qué más cabe esperar?
       A pesar de haber soportado los recortes sociales más duros del
       Estado durante la crisis y una vez que parece que las aguas vuelven
       lentamente a su cauce, SOMOS:

       • La comunidad con mayor récord de precariedad: 1015 barra-
         cones en 422 escuelas.                              • La única comunidad donde se fiscaliza cada derecho para re-
                                                                cortar al máximo sus prestaciones. (Rebajaron los porcentajes
       • La comunidad donde menos recortes de derechos se han re-  de cobro para la compactación de reducción de jornada para
         vertido: un docente tiene que cumplir 9 años de servicios o
                                                                las docentes que han sido madres; donde eliminaron el derecho
         para el primer “sexenio”, llamado ahora “estadio” cual eufe-  de nuestros mayores a disfrutar de dos horas menos lectivas a
         mismo que pretende velar la realidad de la situación. Se pro-  la semana, reconvirtiéndolas en horas complementarias de per-
         longa así en el tiempo un decreto que ya no tiene razón de ser.  manencia en el centro.
       • El único colectivo que no ha cobrado las pagas extra de 2013  • Y así un largo etcétera de desaciertos e injusticias.
         y 2014.
                                                             Para el Departament la solución es fácil: la culpa es siempre de
                                                             otro. En este caso el flamante nuevo Conseller, Josep Bargalló,
                                                             culpa al Estado, cuando Educación es una competencia total-
                                                             mente traspasada a la Generalitat, que es la que en última instancia
                                                             decide prácticamente todo. La voluntad y compromiso político
                                                             por revertir los recortes brilla por su ausencia. Ahora bien, una
                                                             cosa es predicar, y otra dar trigo: en los medios siempre alaban la
                                                             figura del docente, su capacidad de sacrificio, lo imprescindibles
                                                             que somos…, pero luego somos los primeros a los que recortan
                                                             y ningunean.

                                                             La total ausencia de autocrítica es también una característica pro-
                                                             pia de este estado de excepcionalidad. Los sindicatos de enseñanza
                                                             mayoritarios, que aplauden de manera tácita todo este festival de
                                                             despropósitos, no solo no hacen nada para revertir la situación,
                                                             sino que parecen instalados en una especie de inopia que les im-
                                                             posibilita conseguir la más mínima mejora.
                                                             A unos meses de las elecciones sindicales, seguro que toda esa ine-
                                                             ficacia se transforma en operatividad y buenos augurios. Eso sí,
                                                             a los docentes, que ya vivimos hace años en un perpetuo “Día de
                                                             la Marmota” de incapacidad, precariedad y recortes sin fin, no
                                                             nos queda más que luchar contracorriente. Y para conseguirlo,
                                                             ANPE Catalunya va a demostrar que otra manera de hacer sin-
                                                             dicalismo es posible. Vamos a luchar para conseguir revertir este
                                                             estado de excepcionalidad y volver a la normalidad “no excepcio-
                                                             nal” que nunca debería habernos abandonado.


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