Page 3 - anpe_577
P. 3
EDITORIAL
¿Habrá alguna vez un Pacto de Estado por la Educación?
A idea de un Pacto de Estado por la Educación es uno de los mantras más recurrentes. Todo el
Lmundo, cualquiera que sea su vinculación con el mundo educativo, proclama la necesidad de un
pacto.
Asistimos estos días a un escenario lleno de incertidumbres en el intento de configurar un Gobierno, difi-
cultado tanto por la difícil aritmética parlamentaria como por la falta de voluntad política. Es tiem-
Es
po de pactos y, entre ellos, aparece el Pacto por la Educación en el escaparate de las propuestas
necesario de los principales actores políticos. Y no sólo de nuestra clase política, también las institucio-
alcanzar un consenso si nes relevantes de la vida pública, como las Reales Academias, agentes sociales y numerosas
organizaciones de la sociedad civil claman por esta necesidad.
queremos sacar a la
El Pacto de Estado por la Educación debe partir, precisamente, del reconocimiento de esta
Educación de la
necesidad. Para que sea verdaderamente efectivo, el diálogo que lo sustente deberá emple-
confrontación ideológica y ar la visión de futuro, el interés real por mejorar la calidad de la enseñanza, y el valor para
sentar las bases para un modificar lo que no funciona actualmente, que es mucho. Porque en ANPE hemos critica-
sistema educativo do la LOMCE, porque nació sin consenso y marcada por los recortes, pero tampoco es la
solución la vuelta a la LOE, que recoge todos los postulados del modelo LOGSE, ya supera-
moderno dos y que no sirve para dar respuesta a la necesidades de un sistema educativo moderno.
Sucede que las propuestas que vamos conociendo de los principales partidos políticos se alejan de esta
visión. Las contenidas en el Acuerdo PSOE-Ciudadanos pivotan sobre la paralización de la LOMCE,
mediante la derogación del calendario de aplicación y el compromiso de alumbrar en seis meses una nueva
Ley educativa. Dos errores en esta apreciación, el calendario de la LOMCE va inserto en la propia Ley y
no puede derogarse aisladamente, a diferencia de los que sucedió en la LOCE que tenía un decreto de
calendario específico, y además, una ley orgánica es materialmente imposible aprobarla en seis meses. Hace
falta más de un año.
También el PP ofrece ahora un Pacto de Estado, llega tarde, a buenas horas mangas verdes, lástima que no
le hubiera ofertado desde la generosidad de una mayoría absoluta antes de haber impuesto una reforma,
que desvirtúa en su aplicación incluso sus mejores propuestas y que ha abierto otros escenarios de con-
frontación que deberían estar ya superados.
Por todas estas consideraciones sabemos que será muy difícil alcanzar un gran Pacto de Estado y que
muchas de esas buenas intenciones no son más que proclamas y declaraciones altisonantes con escasas
posibilidades de plasmarlas en un compromiso real y efectivo con un alto grado de consenso.
Desde ANPE, siempre hemos defendido la idea de un Pacto de Estado. Es necesario, ahora más que
nunca. Tenemos un buen punto de partida: el artículo 27 de la Constitución, verdadero pilar del Pacto de
Marzo 2016 3