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EDITORIAL
Balance del curso escolar 2014-15
L curso que ahora finaliza ha venido marcado por la implantación de la LOMCE y por su desarrollo curricular.
Se trata de una reforma educativa, sin consenso, elaborada en el marco de unos recortes insostenibles y que los
centros educativos tuvieron que poner en marcha al comienzo de curso de forma improvisada, debido a que
Emuchos diseños curriculares ni estaban aún desarrollados en algunas Comunidades Autónomas, ni tampoco
había voluntad política de hacerlo.
Desde ANPE hemos venido denunciando reiteradamente la aplicación de una reforma educativa que olvida, una vez
más, la importancia del profesorado en el éxito del sistema educativo. Han sido precisamente los profesores quienes,
con su trabajo como principal recurso, han salvado las deficiencias del sistema y se han mantenido firmes en su
compromiso con la Educación, a pesar del endurecimiento y deterioro de sus condiciones laborales debido
Desde a los vigentes RD14/2012 y el RD 20/2012 que, entre otras medidas, han supuesto el aumento de
las ratios, de la jornada lectiva para los docentes, la eliminación de complementos retributivos, la
ANPE hemos
modificación de la cobertura de sustituciones por bajas laborales, la reducción de la tasa de
venido denunciando reposición de efectivos docentes, así como la supresión de la paga extraordinaria de 2012. La
bajada de los Presupuestos en Educación tanto en el Estado como en las CCAA se ha traducido
reiteradamente la aplicación en la pérdida de puestos de trabajo de miles de profesores, el cierre de unidades en la escuela
de una reforma educativa que rural, la imposibilidad de establecer desdobles, grupos de refuerzo y atención a la diversidad.
En definitiva, medidas que en su conjunto sí afectan a la calidad educativa.
olvida la importancia del
Si bien es cierto que hemos recuperado una parte de la paga extra del 2012 (no en todas las
profesorado en el éxito del CCAA) y la subida al 50% de la tasa de reposición en la última oferta de empleo se trata de
medidas escasas e insuficientes ante la recuperación económica anunciada por el Gobierno y de
sistema educativo cara a la aplicación eficiente de la LOMCE, que requiere más profesorado para atender la nueva
configuración curricular y sobre todo, la correcta aplicación de la Formación Profesional si se quiere
dar un impulso real a estas enseñanzas.
La LOMCE inaugura un nuevo sistema de evaluaciones caracterizado por pruebas externas, censales y
estandarizadas. Este curso se ha aplicado la prueba de tercero de primaria y los próximos cursos entrarán en vigor las
siguientes evaluaciones. ANPE no se opone a la decisión de incorporar al sistema educativo este tipo de evaluaciones,
que han de estar estructuradas y coordinadas por el Ministerio para que resulten efectivas a la hora de diseñar programas
y políticas específicas, pero solo tendrán sentido si responden a un instrumento para el diagnóstico del progreso en el
aprendizaje, a la homologación de contenidos y a la aplicación de programas de recuperación y siempre que vayan
precedidas de un refuerzo previo de la evaluación continua e interna. En los niveles obligatorios ningún alumno debería
ver cercenado sus posibilidades de titulación por la aplicación directa de evaluaciones externas cuando el alumno haya
acreditado suficientemente en las evaluaciones internas la superación de las competencias, los objetivos y los contenidos
curriculares establecidos en cada nivel.
Y en el apartado de los incumplimientos hay que mencionar la política del profesorado y su Estatuto Docente, tantas
veces exigido por ANPE, que debería servir para sentar las bases de un nuevo sistema de acceso, promoción y movilidad
con una carrera profesional desde el ingreso hasta la jubilación.
El curso 2014-15 pasará a la historia por el trágico incidente ocurrido en el Instituto Joan Fuster de Barcelona en el que
un alumno ha causado la muerte del profesor Abel Martínez. Un caso aislado y novedoso en España que sin caer en el
alarmismo nos tiene que servir para reflexionar y continuar trabajando con más determinación en la prevención y
detección de la violencia en los centros escolares, como viene haciendo ANPE, desde su servicio del Defensor del Profesor.
El tramo final del curso viene marcado por las elecciones locales y autonómicas. Precisamente los resultados electorales
del día 24 van a marcar un nuevo giro en la configuración de los Gobiernos Autonómicos y Municipales que
inexorablemente imponen la cultura del pacto para la formación de los mismos.
Como hemos dicho en tantas ocasiones la Educación debe formar parte de una política de Estado, que responda al
interés general de los ciudadanos y no a intereses partidistas. El éxito y la calidad escolar, la formación y motivación
de los docentes, la dotación de los recursos necesarios y la confianza en un sistema educativo eficaz y avanzado deberían
constituir el verdadero debate educativo y el compromiso político y social de llevarlo a la práctica. Sólo este compromiso,
entre todos, permitiría alcanzar los pactos y acuerdos necesarios que sienten las bases para dotar de estabilidad al sistema
y para contribuir a la mejora de la calidad de la Educación y de su profesorado.
Junio 2015 3