REVISTA ANPE 618

O P I N I Ó N M AY O - J U N I O 2 0 2 3 R E V I S T A P R O F E S I O N A L A N P E 6 1 8 20 Hay que crear estructuras en el cen- tro que garanticen la continuidad del proyecto, aunque el equipo directivo cambie. El liderazgo distributivo también contri- buye al cambio porque cada uno de los docentes se sienten parte del proyecto. Otra de las fórmulas para conseguir el cambio sería incentivar la autonomía de los centros, pero realmente, ¿sabemos qué hacer con esta autonomía? Lo pri- mero, es saber apropiarse de ella. Un sinfín de preguntas que los inves- tigadores, estudiosos en la materia, docentes, equipos directivos se siguen preguntando y ha sido el objetivo del Simposio Internacional organizado por la Fundación Europea Sociedad y Edu- cación y el centro de estudios sobre pueblos y cultura de Lenguas portu- guesas. ¿A qué se enfrentan hoy los equipos directivos? A un exceso de burocracia, lo que impide que tengan tiempo para tareas pedagógicas. Además, la direc- ción no tiene potestad para seleccionar el personal ni obtener los recursos ne- cesarios para cada centro educativo. Existe una sobrecarga de responsabili- dades más allá del ámbito académico como hacer frente a las mochilas per- sonales que lleva cada alumno a su es- palda. A la frustración ocasionada por no po- der atender todas las cuestiones. Cada vez es más difícil encontrar a docentes que quieran asumir el cargo directivo. No resulta atractivo. ¿Cómo se llega al cambio? Con una carrera profesional que reconozca el trabajo del docente y termine con el voluntariado. ¿Cómo se llega a ser un gran líder? La formación ayuda, pero no es sufi- ciente. El líder debe crear vínculos posi- tivos entre las personas que integran la comunidad educativa y capacitar a las personas, no solo delegar responsabi- lidades. El liderazgo tiene que ser integral aten- diendo a todas las cuestiones del profe- sorado no solo a lo académico, también en el ámbito personal. Para ello hay que realizar una planificación diferencial: cada miembro del equipo tiene un per- fil y unas circunstancias diferentes. Contar con el apoyo de un mentor en los primeros años de la dirección gene- ra más seguridad. Una profesionalización del docente ase- guraría la formación de directores, blin- daría los tiempos dedicados a la direc- ción y garantizaría una mejor gestión de los recursos. Estas cuestiones seguirán siendo objeto de debate mientras no haya una deter- minación real por parte de la Adminis- tración para alcanzar la carrera profe- sional del docente.  La carrera profesional, fundamental para conseguir el liderazgo ¿Están preparados los equipos directivos para afrontar la dirección de un centro? ¿Saben flexibilizar su trabajo a los nuevos retos sociales? ¿Los docentes saben gestionar y liderar proyectos educativos? ¿Están formados para enfrentarse a los desafíos que exige el liderazgo? Vicepresidenta de ANPE Nacional Sonia García Gómez “Estas cuestiones seguirán siendo objeto de debate mientras no haya una determinación real por parte de la Administración.”

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