Revista ANPE 614
OPINIÓN 22 ANPE 614 En este mes de mayo, algunos medios de comuni- cación nacionales han publicitado, a bombo y platillo, las conclusiones de una investigación cuya finalidad es convencer a la opinión pública de la inconveniencia de la jornada escolar continua y del peligro que repre- senta su lento pero constante avance. El estudio ha sido presentado por el Centro de Políticas Económicas Esade, que se autodefine como “un think tank independiente e interdisciplinar que tiene como misión articular espacios transversales de consenso para impulsar políticas públicas ba- sadas en la evidencia”. Desde el propio título, el do- cumento muestra claramente sus intenciones: Jornada escolar continua: Cómo la pandemia está acelerando un modelo social y educativo regresivo . Para sus autores, la extensión de la jornada continua en los últimos treinta años, supuestamente espoleada por la pan- demia, es un hecho negativo, dado que la jornada partida presenta mayores beneficios para los alumnos en términos académicos y socioemocionales, además de adaptarse mejor a sus biorritmos. Más aún, y siguiendo su argumentación, la jornada continua perjudicaría las posibilidades de concilia- ción de las familias y agravaría la brecha de género. Frente a esta realidad, desde Esade plantean un plan de inversiones públicas con recursos obtenidos me- diante recaudación vía IRPF, para sostener la jornada partida, que ellos denominan intere- sadamente como “completa”. El triple desti- no de estas partidas extraordinarias sería la dotación, a medio y largo plazo, de come- dores escolares a todos los centros públicos de Infantil y Primaria, la ampliación de la cobertura y cuantía de las becas de come- dor y el establecimiento de un complemento salarial al profesorado para compensar el incre- mento de la franja horaria de permanencia en los centros. Para quienes ejercemos nuestra profesión en comunidades como Andalucía, en las que la jornada continua está fuerte- mente consolidada en la escuela pública con el consenso gene- ralizado de los distintos sectores, supone poco menos que un insulto que se ofrezca reducir nuestro tiempo diario de libre disposición, a cambio de unas migajas salariales en forma de complemento. No deja de ser curioso que la publicación del trabajo de Esa- de coincida con la de un artículo sobre el mismo tema en la influyente revista educativa sevillana Redes . En el mismo, sin exponer alternativas concretas, se habla de superación de de- La progresiva desaparición del modelo de jornada partida no parte de ninguna ola de regresión social y educativa, sino de la libre decisión de los propios centros A vueltas con el modelo de jornada escolar Por Antonio Brea Balsera, secretario de comunicación de ANPE Andalucía Una vez más, la publicación de un informe “independiente” reaviva la polémica sobre el modelo de jornada escolar, desde la base de argumentos manifiestamente discutibles.
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