Revista ANPE Nacional nº 613

Autonomías 47 Marzo-abril 2022 rece una nueva huida hacia adelante del Departamento, in- capaz de asumir una vez más sus competencias. Ustedes y los políticos, en general, son los culpables de la situación a la que hemos llegado al utilizar la lengua como arma política en un ejercicio más de “el aquí todo vale” y crear un problema donde no lo había. La única solución que se les ha ocurrido es hacer valer de aquí a dos años la obligatoriedad de la acredi- tación del nivel C2 para todos los docentes, a los que una vez más se les pone en tela de juicio, como si fueran los culpables del descenso del ni- vel de catalán en las aulas al no enseñar o transmitir bien la materia. ¿Realmente creen que esta ca- pacidad innata de enseñar en catalán se consigue con la adquisición del C2 de catalán? La in- mersión lingüística está implantada en los centros desde hace muchos años y, dentro de la medio- cridad que impera, pues los alumnos/ as no dominan ni una lengua ni otra, ha obtenido unos resultados mínima- mente satisfactorios, aunque sin llegar a la quimera de cum- plir el objetivo que marca el régimen lingüístico de la LEC, según el cual “los alumnos al acabar la etapa obligatoria deben tener un pleno dominio del catalán y del castellano” ¿Pleno? ¡Ni al acabar la secundaria, ni al acabar el bachillerato, ni siquiera al acabar la Universidad! Tal vez lo que debería replantearse es si todos los alumnos deberían acreditar el C1 de catalán al acabar la ESO. Para acabar este apartado, si la razón de la “imposición del C2” es porque así se recoge en la LEC (artículo 119.5), exi- gimos que se cumpla también la Disposición Final Segunda de la misma ley, según la cual “ El gobierno , con el fin de al- canzar los objetivos de esta ley, debe incrementar progresiva- mente los recursos económicos destinados al sistema educa- tivo y … debe situar progresivamente durante los próximos ocho años el gasto educativo en el entorno, como mínimo, del 6% del producto interior bruto ”. ¡Han pasado 13 años y seguimos esperando! ¡Y llegamos al Bachillerato! Con los cambios que se avecinan , parece que quieren eliminar la única etapa que aún man- tenía un mínimo de exigencia y calidad , hasta el punto de que los alumnos podrán presentarse a selectividad con una materia suspendida y podrán obtener el título de Bachillera- to a pesar de tener ¡tres materias suspendidas! No conformes con destrozar la Primaria y la Secundaria ahora van a por el Bachillerato, lo que puede significar la condena de la Escuela pública como garante de oportunidades y de ascensor social. No quisiéramos aca- bar este artículo sin mencionar la para- doja a la que estamos asistiendo. Mientras el sistema se vuelve más permisivo con nuestro alumnado, promocionando sin más de un curso a otro, a los docentes cada vez se les exi- ge más . Encima se vislumbran nuevos cambios para el ac- ceso a la función do- cente, a saber, más formación, endure- cimiento de acceso al grado de magiste- rio, máster del pro- fesorado ampliado a dos años… Es decir, que cuanto menos se les va a exigir a los alumnos, tanto más se les va a exigir a los docentes, como si éstos fueran los culpables del fracaso escolar y se pusiera en duda su profesionalidad o su buen hacer, cuando siempre, y muy especialmente en estos dos durísimos años, han demos- trado el amor que profesan a esta profesión trabajando hasta la extenuación por pura vocación. Para finalizar, ni el alumnado, ni mucho menos los docentes son los responsables de la situación actual, sino las víctimas de un sistema educativo perverso y cada vez más permisivo que nos hace poner en duda que esta nueva ley LOMLOE, here- dera de la LOGSE y parche de las sucesivas, sea la reforma profunda que el sistema educativo necesita. Aquí y ahora, el que no ha llegado, ni llega y mucho nos tememos no llegará ni siquiera al “procés d’assoliment”, es el Departamento de Educación. Señores/as, dejen sus despachos, abandonen sus poltronas y pasen más de un día en cualquier centro educati- vo; les garantizamos que eso sí será una profunda inmersión y un auténtico baño de realidad.