Revista ANPE Nacional nº 612

Autonomías 45 Enero-febrero 2022 A finales del mes de enero asistimos a una mesa técnica en la que la Consejería de Educación presentó a los sindicatos su primera propuesta referente a las convocatorias de acceso a la función pública docente que se celebrarán en el Archipiélago en los años 2022, 2023 y 2024. En función de la normativa confirmada hasta ese momento por parte del Ministerio y del acuerdo que habían asumido mayoritariamente las comunidades autónomas para convocar oposiciones de forma simultánea, la Consejería nos anunció que prevé desarrollar en Canarias tres vías de acceso a la fun- ción pública docente durante los próximos años: la vía tradi- cional de oposiciones (según el real decreto 276/2007), la vía de concurso de méritos y el modelo de concurso-oposición. Así, en las oposiciones de junio de este año se ofertarían úni- camente las plazas necesarias para cubrir jubilaciones y en el sistema de concurso y en el de concurso oposición se inclui- rían las plazas de estabilización dirigidas a reducir la enorme tasa de interinidad. La convocatoria de oposiciones de este año del Cuerpo de Maestros permitirá a los docentes interinos una primera opor- tunidad para optar a una plaza de funcionario de carrera al tiempo que NO se producen despidos de interinos (sus plazas siguen siendo necesarias para conformar la plantilla, ya que solo se ofertan las plazas nuevas generadas por las jubilacio- nes). Posteriormente podrán optar a las otras dos vías previstas para estabilizar su situación: concurso y concurso-oposición. Estas vías se llevarán a cabo también para el resto de cuerpos. Como novedad, la Consejería ha anunciado que los interinos no tendrán la obligación de presentarse a las oposiciones de junio para permanecer en lista. La Consejería plantea el calendario de acceso a la función pública docente de los próximos años En las oposiciones de junio del Cuerpo de Maestros se ofertarían únicamente las plazas necesarias para cubrir jubilaciones y en el sistema de concurso y en el de concurso oposición se incluirían las plazas de estabilización dirigidas a reducir la enorme tasa de interinidad. en las aulas, dotar de material de protección adecuado y reforzar la plantilla, además de cubrir las bajas en tiempo y forma. Solo así podrían afrontar los centros educativos la difícil situación que se vislumbraba. Al mismo tiempo, considerábamos que era fundamental refor- zar y acelerar la campaña de vacunación de los miembros de la comunidad educativa con el fin de garantizar o alcanzar lo antes posible su máxima protección. Igualmente, entendíamos que debía impulsarse decididamente la vacunación de las franjas de edades del alumnado que todavía no había recibido la primera dosis de la vacuna. Sin embargo, a pesar de todas las medidas que pusimos sobre la mesa, las administraciones educativas no han estado a la altura de los acontecimientos. Es verdad que en algunas comunidades se ha nombrado a profesorado de forma más ágil que en otras, pero no se ha apostado por algo que es clave y que debería haberse mantenido en todos los territorios: la recuperación de las planti- llas covid del curso pasado. Esas plantillas permitieron rebajar las ratios considerablemente y asegurar la distancia interpersonal en las aulas. Ahora, con tantos docentes de baja cada día, disponer de más profesorado habría permitido una mejor organización en las aulas. Ello, junto con un plan de sustituciones adaptado a esta nueva realidad, habría amortiguado el déficit inevitable de profesionales. A la situación creada por las bajas del profesorado se han unido las ausencias del alumnado, ya sea por padecimiento de la enfer- medad o por miedo de sus progenitores a contraerla. Por otro lado, el cambio constante de protocolos genera mucha confusión entre el profesorado y las familias. Los centros –y espe- cialmente los equipos directivos– tienen que saber con seguridad qué hacer. Es necesario que se hagan cribados en las aulas cuando haya positivos y que el profesorado pueda acceder a hacerse una PCR cuando exista riesgo de haber contraído la enfermedad. Si no lo hacemos no evitaremos que se sigan extendiendo los brotes, y eso no solo está teniendo y tendrá efectos sobre la educación, sino sobre la atención primaria, saturada en toda España. Los centros siguen funcionando gracias al trabajo y la dedica- ción del profesorado: docentes que han dedicado más horas de las que marca su horario y que se han visto obligados a dejar de desempeñar otras funciones para poder atender las necesidades de los centros. No es de recibo que se mantengan estas situacio- nes excepcionales que no respetan las condiciones laborales del profesorado, suponen una merma de la calidad de la enseñanza y afectan negativamente al alumnado más vulnerable.

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