Revista ANPE Nacional nº 612

Sala de Profesores 33 Enero-febrero 2022 Este inicio de curso ha venido marcado por el elevado número de contagios consecuencia de una muy previsible sexta ola y la idoneidad de comenzar el curso según el calendario previsto o retrasarlo hasta que la curva descendiera. Lo primero que a uno se le ocurre es el típico ¡Mira que te lo dije! Hasta la saciedad insistimos desde ANPE a principios de trimestre que había que mantener los refuerzos COVID, los desdobles, las distancias, las me- didas sanitarias, etcétera, etcétera, etcétera, que esto no había acabado, y si queríamos centros seguros, como así hemos consegui- do los docentes saber hacerlos en lo peor de la crisis, no podíamos retrotraernos en las medidas que lo hicieron posible. Pero voy más allá. No sólo con el único propósito de engordar las arcas de nuestras administraciones, a pesar de la millonada que ha entrado para Educación de los fondos europeos, en parte para suplir las carencias de los cursos anteriores, resulta que también somos la solución eco- nómica y laboral para el resto de ciudadanos, que sí tienen derecho en sus ámbitos a restricciones de aforo, mamparas, distancias y lo que sea con tal de protegerse ante el ómicron. No sólo medidas preventivas, opciones de teletrabajo o turnos entre otros. Tal es la situación que, para confinar un aula, ya no sólo es necesario, un contagio, ni dos, ni tres, ni cuatro, hasta cinco alumnos del mismo curso y a la vez, como si los docentes fuéramos inmunes, por un lado, o supermanes por otro, alternando presencial y virtual. En todo caso, lo narrado es sólo un ejemplo recien- te, la desgracia de todo esto es la sensación que nuestras administraciones están transmitien- do a la sociedad sobre nuestra profesión y el escaso valor a nuestro esfuerzo, dedica- ción y vocación, a la que, si sumamos, la bajada de exigencias y contenidos académicos, pareciera que es más impor- tante la guarda y custodia que la propia educación. Queremos una educación de calidad, cen- tros escolares seguros, erradicar el fracaso y el abandono escolar, mantener la presencialidad de nuestros alumnos por el beneficio social y económico, pero al menor coste posible, tanto en recursos humanos como ma- teriales. Sí, amigo mío, por desgracia es posible tener gallinas gordas que pesen poco, pero así, poco te van a durar las gallinas Qué tendrán nuestras Consejerías que cada vez quieren a los docentes con menos peso, pero con más carga. Con respecto a un favor que le habían pedido, me comentaba un amigo que era imposible pretender gallinas gordas que pesen poco, pues se equivocaba, haberlas haylas, nosotros, y a las pruebas me remito. Gallinas gordas que pesen poco Por Saturnino Acosta García, Presidente de ANPE Cáceres Insistimos desde ANPE que había que mantener los refuerzos COVID, los desdobles, las distancias, las medidas sanitarias, etc.

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