Revista ANPE Nacional nº 608

INFORMACIÓN PROFESIONAL 18 ANPE 608 sistema de enseñanza online no todos parten de un mismo punto, ni tienen los mismos recursos o condiciones y capaci- dades para hacerlo de manera efectiva. Por ello es necesario que la administración educativa proporcione los recursos que permitan implementar la metodología y práctica acordes a la situación actual. ANPE reclamó en su momento la necesidad de establecer un plan de digitalización de los centros educativos, que pudiera ser- vir como complemento a la enseñanza presencial y que permi- tiera estar preparado, en su caso, ante un posible confinamiento. Este Plan debía estar basado en tres ejes fundamentales: dotación de medios tecnológicos y conectividad tanto a alumnos como a profesores, formación específica para el profesorado y creación de plataformas digitales. En el ámbito de actuación en los cen- tros educativos, este plan debería integrar una planificación de la acción tutorial específico para la formación a distancia, donde se establezcan pautas y orientaciones de tutorización y segui- miento de la evolución académica del alumnado. Contemplaría medidas específicas de atención al alumnado en situación de ex- clusión social, con necesidades educativas especiales o con difi- cultades de seguimiento derivado de la falta de recursos digitales. Dicho plan contendría protocolos de atención y/o seguimiento del alumnado “desconectado” y ayudaría a promover el trabajo colaborativo entre docentes, mediante el análisis de las fortalezas o ventajas de diferentes herramientas tecnológicas y el estable- cimiento de prácticas de trabajo grupal. La primera incógnita que nos planteamos en estos momentos es hasta qué punto las distintas comunidades autónomas han regulado formalmente la enseñanza a distancia en sus territo- rios, y nos sorprende comprobar que en la mayoría de ellas no se ha realizado regulación alguna. Las comunidades que han regulado estas enseñanzas lo han hecho refiriéndose a deter- minadas enseñanzas de Formación Profesional y Bachillerato, y en algunos casos también a partir de tercero de la ESO. Aunque con carácter general la actividad educativa ha sido pre- sencial desde el inicio de curso, en algunas comunidades se ha permitido la enseñanza semipresencial a partir de tercero de ESO, dotando en ciertos territorios a los centros de autonomía suficiente, como es el caso de Castilla y León y Andalucía, para que elaboren sus propios planes de contingencia cuando no se podían garantizar las condiciones sanitarias. En lo que se refiere a la dotación de medios tecnológicos y co- nectividad la tónica general ha sido la insuficiente dotación de dispositivos y la lentitud en su reparto: solo en cinco comuni- dades se valora positivamente los avances en conectividad. En cuanto a la dotación de medios tecnológicos se ha realizado de forma muy desigual. Mientras unas comunidades han dotado sólo a centros, otras han facilitado equipos informáticos al pro- fesorado, con una distribución bastante irregular y algunas han atendido al alumnado en situación de vulnerabilidad. Hemos apreciado la carencia de criterios homogéneos entre las distintas comunidades a la hora del uso o implantación de pla- taformas digitales para la comunicación entre profesorado, alumnado y familias. Algunas como Madrid (EducaMadrid), Extremadura (Escholarium), Comunidad Valenciana (Aules) han optado por utilizar plataformas propias que ya estaban en funcionamiento, otras han optado por la creación de sus pro- pias plataformas específicas o por el uso de plataformas exis- tentes en el mercado. En la mayoría de las comunidades, si bien se han desarrollado planes de formación del profesorado, dichas medidas ni si- quiera se han recopilado en una normativa específica, en un contexto de insuficiente dotación de dispositivos y de carencia de criterios homogéneos a la hora de implantar plataformas digitales para la comunicación entre profesorado, alumnado y familias. La adaptación de los currículos y las programaciones de los cursos, áreas y materias para prestar especial atención a los saberes y competencias fundamentales se han de conjugar con la realidad de los centros, un modelo de enseñanza en mu- chos casos a distancia, semipresencial o presencial. Por ello, es necesario prestar atención a la situación real y a las demandas que ha manifestado la comunidad educativa en este escenario excepcional y novedoso que se nos ha presentado y seleccionar las herramientas digitales adecuadas con las que tanto el pro- fesorado como el alumnado alcancen los objetivos propuestos, facilitando la transmisión y construcción de conocimientos, además de fomentar el desarrollo competencial. Es fundamental establecer y transmitir al alumnado pautas de organización, técnicas de estudio, conocimiento del entorno o plataforma; establecer en definitiva un plan de formación es- pecífico orientado a desarrollar la competencia digital del alumnado, que fomente y facilite el acceso y uso de las plata- formas educativas y transmita las posibilidades del uso didác- tico de las diferentes herramientas digitales. De forma paralela es imprescindible ofrecerles una formación adecuada sobre el uso responsable y los peligros que pueden conllevar las tecnologías de la información y la comunicación (ciberacoso, fraude, fake news…). En la medida de lo posible es necesario transmitir de forma efectiva a las familias las circunstancias que concurran en cada momento en cuanto al entorno en el cual se está desarrollando el proceso educativo de sus hijos, facilitando información con el objetivo de que conozcan en mayor o menor medida las he- rramientas o el entorno en el cual se va a desarrollar el proceso formativo de sus hijos. En definitiva, son muchos los aspectos a mejorar. La experien- cia que estamos viviendo ha de servir para reconducir y opti- mizar los procesos, las actuaciones y las medidas encaminadas a garantizar una enseñanza en las mejores condiciones posibles y en cualquier escenario. Para ello, como premisa fundamental, es necesario que el Ministerio de Educación y FP ejerza un ver- dadero liderazgo, vertebre y coordine la actuación de las dife- rentes administraciones educativas para poner fin de una vez por todas a las diferencias existentes. Esto solo será posible con el compromiso de todos los agentes implicados y la suficiente altura de miras.

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